Cerrar la frontera a Donald Trump
Un millón y medio de británicos firma para pedir que el presidente no viaje a Reino Unido
El Mundo, , 31-01-2017Bajo la consigna «¡Paremos a Trump!» y a los gritos de «Shame on May!» (¡Vergüenza para May!), decenas de miles de británicos se lanzaron ayer a la calle en más de 20 ciudades para protestar contra la prohibición de entrada en Estados Unidos de ciudadanos de siete países musulmanes.
«Nunca des la mano a un fascista!», podía leerse en la pancarta que exhibía a las puertas de Downing Steeet Elizabeth Steel, una trabajadora social de 47 años, que se sumó con toda su familia a la multitudinaria manifestación de Londres. «May ha dado el primer paso en falso y ahora le toca rectificar», aseguraba Steel. «No podemos convertirnos en cómplices de todas las tropelías de Trump desde el primer día».
«Theresa May, la Historia te está observando», podía leerse en otra pancarta. «¡Cuidado con el torturador-jefe!», se leía en otra. «Dar la espalda a los refugiados es un crimen de guerra».
El clamor popular contra el acercamiento de May a Trump y la anunciada visita de Estado el próximo verano creció durante la jornada. Un total de 1,4 millones de británicos firmaron la petición para suspender la invitación al presidente norteamericano. La presión política sobre la premier subió de tono, con el líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, sumándose a la petición y decenas de diputados reclamando un debate de urgencia en Westminster. La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, recordó a May que «la relación constructiva con Estados Unidos ha de estar cimentada en los valores democráticos».
El alcalde de Londres, Sadiq Khan, pidió la cancelación de la visita al Reino Unido mientras Trump no suspenda la polémica orden ejecutiva. «La primera ministra tiene que hacerle saber que sus acciones son inaceptables», recalcó Khan, el primer alcalde musulmán de una capital europea. «La ciudad de Londres no puede tenderle la alfombra roja mientras esa prohibición siga en pie».
Más de un millón de británicos se sumaron en apenas 24 horas a la petición para pedir la suspensión de la visita de Estado de Donald Trump.
El titular del Foreign Office, Boris Johnson, comparecerá en el Parlamento para explicar cómo la medida puede afectar a los ciudadanos del Reino Unido. El diputado conservador Nadhim Zahawi, nacido en Irak, que llegó al país como refugiado kurdo en los años 70, es uno de los cientos miles de afectados por la orden ejecutiva. El caso más notorio es el del medallista olímpico de atletismo Mo Farah (de origen somalí), que reaccionó así ante la prohibición: «La Reina me invistió como sir, y Trump me hace ahora ilegal».
La petición popular no pide expresamente que se prohíba la entrada al Reino Unido de Trump, sino que se retire la invitación formal de la visita de Estado prevista para primeros de junio.
«La bien documentada misoginia y vulgaridad de Donald Trump le descalifica para ser recibido por la Reina o el Príncipe de Gales», puede leerse en la petición, que será debatida en el Parlamento al superar el listón de los 100.000 firmantes. «Durante el término de su mandato, Donald Trump no debería ser invitado a una visita oficial».
Los preparativos del viaje ya están creando los primeros quebraderos de cabeza al Gobierno británico. Según revela The Sunday Times, Trump ha puesto de entrada objeciones a una audiencia con el Príncipe Carlos, por temor que le dé «lecciones verdes» sobre el cambio climático.
Fuentes gubernamentales aseguran que Trump prefiere «tomar el té con el Príncipe Guillermo y con Kate», o participar en un de esos actos de máxima pompa real en el Mall de Londres. El posible choque con Carlos está considerado de hecho como uno de los factores de riesgo de la visita, al igual que la posibilidad de manifestaciones masivas ante el Parlamento de Westminster.
La ola de protestas contra Trump amenaza con tirar por tierra todo el terreno ganado por Theresa May, la primera líder mundial recibida por el nuevo inquilino de la Casa Blanca. La premier se desmarcó finalmente el domingo de la orden ejecutiva de Trump, después de negarse a hacerlo en tres ocasiones. Boris Johnson fue el primero en criticar la medida por considerar «que busca estigmatizar a los ciudadanos según su nacionalidad».
Nigel Farage, ex líder del Partido de la Independencia del Reino Unido (Ukip), salió sin embargo en defensa de su amigo americano. En declaraciones a la BBC, Farage ensalzó las medidas de Trump, en contraste con las políticas de inmigración de Angela Merkel en Alemania: «La canciller ha dejado entrar virtualmente a todo el mundo, y eso nos ha llevado a la situación que todos sabemos».
Según Farage, que provocó el furor durante la campaña del Brexit con sus posters antiinmigación, el Reino Unido debería seguir el ejemplo de Trump para no acabar «como en Francia o en Alemania». «El presidente Donald Trump fue elegido para tomar medidas duras», recordó el antiguo líder del populista Ukip. «La gente espera que haga todo cuanto esté en su poder para evitar la infiltración de terroristas del Estado Islámico».
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