El tiroteo xenófobo sacude Quebec

«Esta es su casa», dice el 'premier' canadiense a los musulmanes después del ataque contra la mezquita que mató a seis fieles mientras rezaban

Diario Sur, GERARDO ELORRIAGA, 31-01-2017

Seis fieles de la Gran Mezquita de la ciudad canadiense de Quebec murieron la tarde del domingo (madrugada de ayer en España) víctimas del asalto armado contra el complejo que acoge el templo. Un joven penetró en el recinto y disparó sobre los presentes que participaban en la última oración de la jornada. El agresor, identificado como Alexander Bissonette, de 27 años, irrumpió en el espacio destinado a los hombres e inició un tiroteo indiscriminado contra los asistentes, unas 50 personas de edades comprendidas entre los 39 y los 70 años. Además de la media docena de víctimas mortales, hay otros 19 heridos; cinco permanecían anoche en estado crítico.

La Policía aseguró, en las primeras informaciones difundidas, que dos individuos habían sido arrestados por el suceso, pero, a última hora de la tarde, la responsabilidad del ataque se atribuyó exclusivamente a Bissonette, que estaba pendiente de comparecer ante el juez. El estudiante de raíces marroquíes al que se llegó incluso a identificar con nombre y apellido, el segundo detenido en las inmediaciones del templo, está considerado un testigo por los autoridades y fue puesto en libertad.

El tirador, licenciado en Antropología y estudiante de Ciencias Políticas en la Universidad de Laval, carece de antecedentes, pero es conocido por sus tendencias xenófobas y antifeministas, manifestadas tanto en sus comentarios en Facebook como en los abundantes ‘trolleos’ de una web local de bienvenida a refugiados. De origen social acomodado, está considerado una persona tranquila aunque de comportamiento antisocial y, hasta la fecha, no había expresado un odio específico hacia la comunidad islámica.

Una llamada al 911 alertó de los hechos veinte minutos después de comenzar los disparos. El considerado autor se dirigió al número de urgencias para manifestar su arrepentimiento y anunciar su intención de suicidarse. La Policía lo localizó en el interior de un automóvil Mitsubishi aparcado en el puente de l’Ile de Orleans, a unos 20 kilómetros de la escena del tiroteo. En el interior del vehículo los agentes también hallaron una pistola y dos rifles AK – 47.

Recargó tres veces

Los testimonios de los supervivientes, sin embargo, hablan de dos atacantes. Según estas declaraciones, alrededor de las ocho de la tarde del domingo, poco después del inicio de los rezos, dos personas vestidas de negro y portando gafas de sky que cubrían sus rostros entraron en la sala e, inmediatamente, comenzaron los disparos. Algunos asistentes a las plegarias afirman que el tirador recargó tres veces su arma antes de abandonar el lugar. La mezquita está en el barrio de Sainte Foy, a una decena de kilómetros del centro de la capital de la provincia francófona del mismo nombre de Canadá. En junio, durante el Ramadán, fue hallada en la puerta del centro una cabeza de cerdo, de consumo prohibido por el Corán, con la leyenda ‘Bon appetit’.

El atentado mereció la repulsa general de la clase política. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, condenó el ataque y se refirió a la diversidad y la tolerancia religiosa como características del país, palabras que suscribieron Philippe Couillard, ‘premier’ de Quebec, y el alcalde, Regis Labeaume. «Esta es su casa», resumió la primera autoridad del país refiriéndose al más de un millón de ciudadanos de confesión musulmana que lo habitan.

Desde 2015, cuando Trudeau alcanzo la jefatura del Ejecutivo, el territorio ha acogido a unos 50.000 refugiados, la mayoría sirios, y espera recibir a otros 25.000 a lo largo del año. El presidente de EE UU, Donald Trump, llamó al ‘premier’ para expresarle sus condolencias y ofrecerle su colaboración. Horas antes, un hijo del presidente, Donald JR., había tachado de «fallido líder» al mandatario del país vecino.

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