2.200 'ilegales' se hacinan en Canarias a la espera de su expulsión a Mauritania
El Correo, 20-03-2006Casi 2.200 inmigrantes ‘sin papeles’, de los cerca de 3.500 que han llegado a Canarias durante este año, permanecen internados en varios centros y acuartelamientos del archipiélago. Las instalaciones están totalmente saturadas, a la espera de que los ‘ilegales’ sean expulsados a Mauritania o de que se les encuentre otra alternativa. Entre tanto, la comisaría de Nuadibú, un puerto del país africano que limita con el antiguo Sáhara Occidental, alberga ya a 140 personas. Ayer mismo, la Policía mauritana interceptó otro cayuco con 18 subsaharianos a bordo.
Fuentes de la Delegación del Gobierno en Canarias indicaron que las 170 expulsiones inmediatas prometidas el pasado sábado aún no tienen fecha. No obstante, dejaron claro que la operación tiene «un carácter prioritario» y será el preámbulo de más devoluciones de inmigrantes a Mauritania.
De todos modos, la Delegación del Gobierno reconoció que, a corto plazo, no cambiará la penosa situación de los centros de internamiento, donde han sido recluidos más de 1.200 personas en la pasada semana. Cáritas Diocesana de Tenerife tuvo que pedir ayer a la población que ofrezca mantas, colchones, toallas y ropa en previsión de que lleguen más pateras en los próximos días.
Por regla general, las autoridades mantienen internados a los inmigrantes subsaharianos durante cuarenta días – en Canarias o la Península – y luego les dejan libres para deambular por las calles sin papeles ni trabajo. Hasta ahora, no se les ha devuelto a ningún sitio porque, oficialmente, no se sabe de qué país son originarios. Eso explica que los ‘ilegales’ intenten aproximarse a la costa canaria por todos los medios posibles. Cuando divisan el litoral o un faro desde la patera, llaman por el ‘móvil’ a la Guardia Civil para que los rescate. Si pasan las horas y no ven tierra, significa que se han perdido en el mar.
Control
Ayer mismo, el centro tinerfeño de Hoya Fría acogía a 238 personas, mientras que, en una instalación militar de La Laguna, otros 340 individuos se cobijaban en tiendas de campaña. Medio centenar más se hacinan en varias dependencias de Las Palmas y 1.100 están desperdigados por la isla de Fuerteventura.
Las organizaciones humanitarias volvieron a exigir que todos sean tratados con arreglo a la legislación internacional. El presidente de la Comisión de Ayuda al Refugiado (CEAR), Ignacio Díaz de Aguilar, anunció que esta asociación velará en Mauritania para que los inmigrantes no sean abandonados «a su suerte» en el desierto, como ocurrió el año pasado con los expulsados de Ceuta y Melilla.
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