Más de la mitad de las casi 700.000 trabajadoras del hogar son extranjeras

El Mundo, 20-03-2006

Más de la mitad de las cerca de 700.000 trabajadoras del hogar registradas en la Seguridad Social son extranjeras.Este es uno de los datos que se desprenden del boletín elaborado por el Area de Estudios y Análisis del Consejo Económico y Social (CES), al que ha tenido acceso este diario.

Según este informe, que cita entre otras fuentes los datos de la EPA, durante 2005 trabajaron un promedio de 682.882 personas en el servicio doméstico. De esa cifra total, más del 90% eran mujeres y, de este colectivo, más de la mitad, de nacionalidad extranjera.


Las características sociodemográficas más significativas de los trabajadores del hogar son, en primer lugar, su nacionalidad, ya que 52,2% de las mujeres y el 22,3% de los hombres que trabajan en el servicio doméstico no son de nacionalidad española.


En las cifras totales de empleo, estos porcentajes son tan sólo del 11,8% del total en el caso de las mujeres y del 10,2% en el de los hombres. Por actividad económica, no hay ningún otro sector en el que la presencia de trabajadores sea tan significativa, ni siquiera en el de hostelería o construcción.

Procedencia y edad

Según el estudio del CES, las empleadas del hogar de nacionalidad extranjera proceden, principalmente, de países suramericanos: el 31,5% de Ecuador y el 12,7% de Colombia. También abundan las trabajadoras de la Europa del Este, especialmente de Rumanía, cuya aportación representa el 14,5% del total.


En cuanto a la edad, aproximadamente, el 24% de las empleadas de hogar es menor de 30 años y el 21% mayor de 50. Del total, un 30% tiene estudios primarios, frente a un 13,5% en el total del empleo femenino. Sólo un 10% tiene estudios universitarios.


El perfil dibujado en el estudio realizado por el CES también precisa que un 31,3% de las empleadas de hogar lleva trabajando de uno a tres años en su empleo actual, un 14,9% tiene una antigüedad que oscila entre los tres y los seis años y un 19,3% lleva trabajando en el mismo puesto desde hace seis años o más.


Según el Consejo Económico y Social, estas cifras denotan cierta estabilidad laboral, a pesar de que por encima de la mitad de las asalariadas en el servicio doméstico tienen un contrato o relación laboral de carácter temporal.


El estudio del CES también descubre diferencias entre las trabajadoras españolas y extranjeras. Así, mientras la edad media de las empleadas de nacionalidad extranjera es de 35 años, la de las españolas no baja de los 43. De esta manera, mientras las mayores de 50 años no llegan al 10% en el colectivo de trabajadoras extranjeras, suponen casi una tercera parte en el de españolas.


En consonancia, precisa el CES, el nivel de estudios de las primeras es ligeramente superior: un 11% de las empleadas extranjeras, frente a un 2,5% de las españolas ha realizado carreras universitarias.

Temporalidad laboral

En lo que respecta a las características laborales, las principales diferencias entre empleadas del hogar españolas y foráneas atañen a la temporalidad, al tipo de jornada laboral y al número de horas trabajadas. Así, la temporalidad afecta más a las empleadas domésticas extranjeras, que en este indicador llegan al 55,2% del total y superan en 10 puntos a las trabajadoras españolas.


Además, según el estudio del Consejo Económico y Social, las empleadas extranjeras trabajan más horas que las españolas, pues la jornada a tiempo completo es más común entre las primeras (un 60% frente a un 28%, respectivamente). Casi la mitad de las foráneas y sólo el 22% de las nacionales dedica semanalmente 40 horas o más a esta actividad.


Por otra parte, también se puede concluir que para las empleadas del hogar extranjeras que llevan viviendo en España una media inferior a los cuatro años, el servicio doméstico constituye una vía de entrada al mercado laboral, una etapa transitoria hasta que encuentran un empleo más estable, mejor remunerado o más acorde con su formación.


Por el contrario, para las trabajadoras españolas en el sector del hogar – más mayores en general, casadas y con hijos en buena parte de los casos – este empleo es una elección que viene determinada por la necesidad y su bajo nivel de cualificación pero que les permite compatibilizar la obtención de ingresos de carácter complementario con el cuidado del propio hogar o la familia.

Irregularidades


El estudio del CES alerta respecto a las situaciones laboralmente irregulares que se siguen produciendo en esta rama de actividad.Así, precisa el CES, en números redondos, del total de 710.000 personas ocupadas como personal doméstico en la EPA en el cuarto trimestre de 2005, 460.000 trabajaban habitualmente 72 horas o más al mes, tiempo que supone el umbral que obliga a cotizar a la Seguridad Social en el régimen de empleados del hogar. Contrastando estas cifras con la suma de los afiliados a este régimen se puede concluir, según el CES, que son 250.000 las personas ocupadas que no tienen obligación de cotizar y unas 60.000 las que, estando obligadas, no cotizan. Siempre según las citadas fuentes, «la irregularidad laboral en sentido estricto alcanzaría, en la actualidad, a cerca de un 10% de los casos».


Estas cifras ya recogen el efecto del proceso de normalización de trabajadores extranjeros de 2005, cuyo balance, a mes de diciembre del pasado año, arrojó cerca de 184.000 altas de personas de nacionalidad foránea en el régimen del hogar como consecuencia del proceso, esto es, nada menos que un 33,4% del total.

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