«Nuestro orgullo es ser una nación de inmigrantes »

Directivos de empresas tecnológicas critican una orden que afecta a miles de empleados

El Mundo, CAROLINA M. ADALID NUEVA YORK, 29-01-2017

«Estamos enfadados con el impacto de esta orden y con cualquier otra propuesta que pueda imponer restricciones a los Googlers y sus familias, o que pueda crear barreras para traer talento a Estados Unidos», apuntaba el viernes el consejero delegado de Google, Sundar Pichai, en un e-mail enviado a la plantilla de la empresa. Pichai se refería a la orden firmada por Donald Trump que prohíbe el acceso al país durante 90 días a personas procedentes de Irán, Irak, Libia, Siria, Somalia, Sudán y Yemen. Esta directiva podría afectar al menos a 187 empleados del gigante tecnológico –procedentes de los países incluidos en la orden–. Así, el CEO de Google instó a los potenciales afectados a ponerse en contacto con el «equipo de seguridad mundial» en caso de que necesiten ayuda.

Pichai nació hace 44 años en la India y después de licenciarse en su país –gracias al esfuerzo de sus padres de clase media–, recibió una beca para estudiar Ciencia de los Materiales y Física de los Semiconductores en Stanford (California). De ahí, paso a paso, fue creciendo profesionalmente hasta convertirse en consejero delegado de Google.

Dado su perfil, no sorprende el e-mail en el que reconoce que es «doloroso ver el coste personal de esta orden ejecutiva en nuestros colegas». En el correo no sólo expresó su malestar por las directivas migratorias firmadas por Trump, sino que lanzó un mensaje de apertura y esperanza: «En tiempo de incertidumbre, nuestros valores permanecen como la mejor guía». También subrayó que Google seguirá defendiendo sus puntos de vista.

La industria tecnológica en Estados Unidos destaca por la presencia de extranjeros –algunos ya ciudadanos o con premiso de trabajo–. Con echar un vistazo a Google o Microsoft, cuyo CEO, Satya Nadella, también nació en India, uno se da cuenta de que el talento de los tech muchas veces viene de fuera. Algo que se aprecia en los cuadros medios y en la plantilla en general.

Pero incluso ente los tecnológicos nacionales también prima la apertura de fronteras frente al cierre que propugna Trump. El fundador y CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, recordaba que sus bisabuelos llegaron de Alemania, Austria y Polonia; y los padres de su esposa, Priscila, eran refugiados de China y Vietnam. «Estados Unidos es una nación de inmigrantes y deberíamos estar orgullosos de ello», resaltaba en su perfil de la red social.

Zuckerberg también compartió su preocupación por el impacto de las órdenes ejecutivas de Trump con sus seguidores. «Necesitamos mantener este país seguro, pero deberíamos hacerlo centrándonos en la gente que supone una amenaza», señaló, antes de defender que hay que mantener abiertas las puertas a los refugiados y a aquellos que necesitan ayuda.

Entre ellos, se refirió a los dreamers –jóvenes inmigrantes que llegaron con su padres cuando eran niños y son indocumentados– y la Acción Diferida que les permite estar legalmente en el país. «Espero que el presidente y su equipo mantengan esa protección».

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