Ocho militares por dos millones de refugiados

Ankara amaga con tumbar el pacto con la UE si Atenas no extradita a presuntos golpistas

El Mundo, LLUÍS MIQUEL HURTADO RIZE. TURQUIA, 28-01-2017

Ankara está furiosa porque el Tribunal Supremo griego rechazó anteayer extraditar a ocho presuntos ex militares golpistas. Tanto que llegó a amenazar ayer, y ya van dos veces, con suspender el controvertido acuerdo con la UE para readmitir a todo refugiado que alcance Grecia. Atenas defendió la independencia judicial, pero los turcos creen que hubo una «decisión política». Este desencuentro hace temer otro choque entre dos países ya enfrentados por Chipre o el espacio aéreo del Egeo.

«Tenemos un acuerdo de readmisión bilateral con Grecia en línea con el pacto de inmigración con la UE», recordó desde Antalya el ministro de Exteriores turco, Mevlut Çavusoglu. «Adoptaremos las medidas necesarias, incluida la cancelación del acuerdo de readmisión bilateral», advirtió. Çavusoglu fue más allá al denunciar que «ahora Grecia está en una posición en la que protege y aloja a golpistas y terroristas».

El 15 de julio pasado parte del ejército turco declaró un golpe de Estado. El Gobierno vinculó a los impulsores con la cofradía islámica de Fethullah Gülen, un teólogo ex aliado del presidente Erdogan. Aquella noche, según el Ministerio de Justicia, insurrectos tomaron cinco helicópteros de la base de Samandira. Uno de ellos, con dos comandantes, cuatro capitanes y dos sargentos a bordo acabó en Alexandrópolis en el lado griego de la península de Tracia, donde pidieron asilo.

Ankara pidió su extradición sospechando que habían participado en la asonada. Los ocho lo niegan y se defienden alegando que en Turquía su integridad física podría correr peligro. El Supremo griego ha argumentado, además, que en suelo turco podrían no ser sometidos a un juicio justo. Recep Tayyip Erdogan manifestó su frustración con el primer ministro griego Tsipras. «La primera noche [de la asonada] le llamé. Él me dijo que la cuestión estaría resuelta en 15 o 20 días».

Un funcionario griego ha enfatizado que «ahora, como entonces, los golpistas no son bienvenidos», pero que «en Grecia el principio de separación de poderes es innegable». Según la agencia semioficial Anadolu, Turquía ha enviado al país vecino una nueva solicitud de extradición por los ocho con la promesa de que obtendrán un juicio justo. En paralelo, se ha emitido a la Interpol una orden de detención. Mientras tanto, los ex militares huidos siguen esperando que se resuelva su petición de asilo.

Aparte de los ocho de Grecia, hay dos docenas de militares turcos en EEUU y otro grupo en Alemania pidiendo asilo. Ankara aguarda, además, que Washington extradite a Gülen. La espera tensa las relaciones con Occidente y pone en peligro el acuerdo que ha permitido reducir las llegadas de migrantes de Turquía a Grecia. El nuevo régimen de visados Schengen para los turcos, una contrapartida del pacto, sigue en el aire por su no a remozar su ley antiterrorista, como exige Bruselas.

No es la primera vez que Turquía amenaza con hundir el acuerdo, en funcionamiento desde marzo de 2016 y criticado por «insolidario» con las víctimas. Turquía acoge a unos dos millones de refugiados. Hace tres meses, Erdogan respondió a una petición del Europarlamento de congelar la integración turca en la UE alertando de que «si vais más allá, las puertas fronterizas se abrirán […] No olvidéis que Occidente necesita a Turquía».

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