El Año del Gallo llega a Gipuzkoa

El desfile del dragón y la cena de anoche dieron comienzo a quince días de celebración

Diario Vasco, CLAUDIA URBIZU, 28-01-2017

Gipuzkoa celebra hoy la entrada del nuevo año. No se trata de un error ni de que alguien se haya vuelto loco, sino del Año del Gallo, el número 4.715 del calendario chino. Una celebración que durará quince días y ayer dio el pistoletazo de salida, con la tradicional y suculenta cena del último día del año.

Los 5.325 chinos que viven en Euskadi, según los datos que ofreció el año pasado el Observatorio Vasco de la Inmigración, dan hoy la bienvenida al gallo, que será el protagonista durante 385 días. «Quienes nazcan este año serán independientes y trabajadores, con mucha confianza en sí mismos, como lo es el gallo», explica Adela Lu, de 35 años y directora del Centro Chino de Donostia.

Aunque este año tampoco podrá celebrar las fiestas con su familia en la ciudad de Chang Chun, ayer disfrutó de esta tradicional cena con otros profesores del centro que dirige y con sus alumnos. «Para nosotros es como vuestra Navidad», aclara. «El pescado no puede faltar en esta cena, porque en chino es una palabra que suena parecido a ‘sobras’, y si hay sobras significa que habrá fortuna en el nuevo año. También pollo, porque las garras del gallo simbolizan que se puede agarrar el futuro», detalla.

Aunque si algo no puede faltar en la mesa es el jiaozi, «parecido a un ravioli, relleno de carne y verduras, que antiguamente recordaba a una moneda china». De nuevo una tradición asociada a la fortuna. Con los jiaozi hacen una sopa, «y dentro de uno de ellos meten una moneda». A quien le toqué tendrá, cómo no, fortuna. «De postre comemos mandarinas ‘jinju’, porque su color naranja es similar al del oro», apostilla.

Para empezar con buen pie el nuevo año, el Instituto Chino de Gipuzkoa organizó ayer varias actividades, entre las que destacó el desfile del dragón que hizo las delicias de los más pequeños. Fueron precisamente ellos quienes, por décimo año consecutivo, se introdujeron en su interior y animaron las calles de la Parte Vieja donostiarra, desde la calle Elkano hasta la Cofradía Vasca de la Gastronomía.

Ya en el interior de la Gastronómica, profesores, alumnos, padres e hijos se empeñaron a fondo para cocinar el plato típico chino, los jiaozi, «que quedaron buenísimos». Entre los 150 invitados hubo representantes de distintos partidos políticos y de la Asociación de Hostelería de Gipuzkoa.

«La manera de vivir las fiestas aquí y en China es muy diferente. Los dos o tres primeros días del año está mal visto que la gente salga de casa. Recuerdo que hace años me llevé una bronca tremenda por parte de mi padre porque quedé con una amiga», explica Adela Lu.

La tradición del sobre rojo

Hace ya dos años que Qiqi Guo, de 24 años, no celebra la cena de ayer con su familia en Wuxi. «Me da mucha pena no poder estar con ellos, pero gracias a los móviles las distancias se acortan», dice. Por suerte, ayer disfrutó de las actividades organizadas por sus compañeros del Instituto Chino de Gipuzkoa y de una tradicional cena china rodeada de amigos.

«Cuando era pequeña mis tíos, padres, abuelos y primos mayores me daban un sobre rojo. Es una tradición de estas fiestas. Dentro meten dinero. Solía llegar a recaudar casi mil euros», cuenta Alicia Jiang, una hernaniarra de 22 años. Su hermana mayor y ella fueron las primeras de la familia en nacer aquí. Ahora la cantidad de sobres rojos que recibe es menor, aunque todavía puede presumir de embolsarse una buena cantidad, «unos 500 euros».

Ser chino no es condición ‘sine qua non’ para recibir un sobre rojo. Ramón Ruiz de Garibai, de 27 años, es donostiarra y, sin embargo, ya tiene el suyo en el bolsillo. ¿El motivo? Han sido los jefes de la empresa en que trabaja, en Hong Kong, quienes se lo han dado para que él también disfrute de las fiestas.

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