La Generalitat prevé dotar de una prestación económica que podría rondar los 400 euros mensuales para cubrir necesidades básicas a personas refugiadas durante el máximo de un año, una vez hayan finalizado el plan estatal de acogida, según ha anunciado la Conselleria de Treball, Afers Socials i Famílies.

La medida se enmarca dentro del programa catalán de refugio (PCR), un plan de un millón de euros dirigido a que los refugiados alcancen la plena ciudadanía ante las “carencias” del plan estatal de integración. Esta ayuda podrá ser requerida por personas refugiadas o demandantes de asilo empadronadas en Catalunya durante un mínimo de un año, que hayan tenido ingresos inferiores a la renta mínima de inserción (RMI) en los últimos 12 meses, que no tengan otros ingresos y que acepten el plan individual de actividades (PIA) del departamento.

El plan empezará de forma piloto en mayo con un centenar de refugiados y 500 mentores, que son voluntarios del territorio que harán tareas de ayuda y seguimiento de los planes individuales de actividad (PIA) que deberán seguir los refugiados para integrarse a través del aprendizaje de la lengua, búsqueda de trabajo y establecimiento de vínculos.

VOLUNTARIOS

La ‘consellera’ Dolors Bassa ha hecho un llamamiento a la ciudadanía para convertirse en mentor y ayudar a la acogida de estas personas, en colaboración con entidades, para poder implementar el plan a partir de mayo, mes en el que se calcula que finalizarán las ayudas estatales para el primer grupo importante de refugiados llegados al territorio catalán.

Los mentores se comprometerán a acompañar a los refugiados en las actividades del PIA, a establecer vínculos, dedicar a ellos entre dos y cuatro horas semanales, pasar una entrevista personal previa y hacer una formación.

MENOS BUROCRACIA

El nuevo modelo de acogida, que es el primero que se hace en Catalunya, es menos burocratizado y centralizado que el estatal, que exige la aportación de informes y tiques para justificar cualquier gasto y gestión, según Oriol Amorós, secretario de Igualtat, Migracions i Ciutadania, que ha dicho que el plan individual del refugiado potenciará la autonomía desde el primero momento, será revisado de forma trimestral y, en caso de detectar anomalías, retirará la ayuda.

La prestación económica se dará a cambio del seguimiento de una serie de actividades para alcanzar la plena autonomía: “Si no se hacen, se retirará la ayuda, de forma que el control no será por procedimiento, sino por el resultado”.