La Policía asesta el mayor golpe a la mafia rumana al detener a 300 personas en once comunidades

La embajada de este país en España puso tras la pista a los investigadores en el mes de septiembre

La Razón, 18-03-2006

Madrid – Unos entraban por la fuerza y robaban de forma violenta en
viviendas; otros clonaban tarjetas de crédito y compraban artículos de
lujo. Prostitución, tráfico de estupefacientes, falsificación de
documentos… Cada grupo estaba especializado en un determinado tipo de
delito y operaba en una comunidad autónoma distinta. Eso sí, todos
respondían ante el mismo jefe, Iorgu I., alias «Talanu», que daba las
órdenes… desde prisión.
   El líder en España de esta banda
del crimen organizado formada por un «ejército» de casi trescientas
personas cumplía condena en la cárcel de Valdemoro. Desde allí, con la
ayuda de varios terratenientes, controlaba y vigilaba todas las
operaciones y recibía órdenes de la cúpula de la organización que se
encontraba en Rumanía. Uno a uno, los integrantes de la banda, todos de
nacionalidad rumana, fueron cayendo.
   El ministro de Interior, José
Antonio Alonso, confirmó ayer que desde noviembre hasta estas últimas
semanas han sido 297 los detenidos por pertenecer a esta red criminal. La
inmensa mayoría de los arrestados (283) fueron detenidos en territorio
español. El resto (14) en su país de origen.
   Se trata de
la mayor intervención policial contra una organización de delincuentes
extranjeros resuelta en Europa, según Interior.
   Aunque culminó
esta semana, la investigación había empezado mucho antes. La denominada
operación «Braila» comenzó con una llamada de la embajada de Rumanía a las
autoridades españolas en septiembre del año pasado. En ella alertaban de
la existencia de una banda de ciudadanos de ese país dedicada al robo de
camiones «TIR», de transporte internacional, y apuntaban al que finalmente
parece ser el jefe de la organización en España, Iorgu I., como uno de los
inductores de estos robos. Esta pista permitió a los agentes frustrar su
siguiente golpe e iniciar las investigaciones que, seis meses después, han
desembocado en la desarticulación de estos grupos.
   La matriz de
la red, a la que los investigadores sitúan en Rumanía, sin embargo, no ha
sido capturada. Los principales jefes de la organización se encuentran en
situación de fuga aunque no se descarta su pronta detención. Las
autoridades barajan la posibilidad de que se encuentren ocultos en algún
país europeo. De hecho, la investigadores sospechan que esta red tiene
ramificaciones en otros países europeos. Ya estaba detenido, en cambio, el
cerebro de la organización en España, «Talanu».
   Control sobre los subordinados. Además, las pesquisas permitieron a los
agentes dibujar el perfil de la banda. La red, según los investigadores,
posee un marcado carácter mafioso no sólo por el tipo de delitos que
cometían, sino también por el férreo control que los cabezas de la
organización ejercían sobre sus subordinados, así como por su estructura.
   A los detenidos se les imputan, entre otros, los delitos de robo con fuerza
en domicilios, tráfico de estupefacientes, asociación ilícita,
prostitución y falsificación de tarjetas de crédito, siendo esta última su
especialidad. Los integrantes operaban en Castellón, Madrid, Valencia,
Almería, Barcelona, Sevilla, Málaga, Toledo, Santander, Palma de Mallorca
y Zaragoza. Además, el director general de la Policía, Víctor García
Hidalgo, se reunió el pasado miércoles con su homólogo rumano en Madrid
para hacerle partícipe de operación.
   

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