Puigdemont, partidario de que los inmigrantes tengan la nacionalidad catalana aunque no voten en el referéndum
La Vanguardia, , 23-01-2017
Carles Puigdemont se ha comprometido a construir un “Estado catalán no identitario”. En este sentido, ha apostado personalmente para que los inmigrantes tengan la nacionalidad catalana aunque no puedan votar en el referéndum de independencia previsto para antes de setiembre. En un programa de entrevistas ciudadanas en TV3 emitido esta noche, el president también ha asegurado que en “Europa saben que haremos un referéndum porque yo mismo se lo he dicho”.
Para Puigdemont, la República catalana se hará conforme al principio que todos sus ciudadanos se “sientan tan catalanes como lo que sientan, que no renuncien a su origen, y no como el Estado español que para ser españoles casi nos pide que dejemos de ser catalanes”. Así, Puigdemont apuesta por dar la nacionalidad a los inmigrantes que viven en Catalunya aunque “esto lo decidirá la constitución que hagan los catalanes”. Asimismo, el president ha avisado que para que la comunidad internacional reconozca el referéndum, éste se deberá celebrar con las normas censales de la última convocatoria electoral y que, por eso, los que no tienen nacionalidad no podrán emitir su voto sobre la independencia de Catalunya.
En respuestas a una veintena de ciudadanos, Puigdemont ha garantizado que si el referéndum lo ganan los independentistas, las “estructuras de Estado estarán a punto”. Un referéndum que Puigdemont ha insistido que se celebrará y del cual ha informado “él mismo” a la comunidad internacional, sobre todo, en los diplomáticos de la Unión Europea y sus Estados.
También Puigdemont ha repetido que su intención es celebrar un referéndum pactado pero que si no es posible se celebrará. “No queremos desentendernos de España queremos reentendernos”, ha remachado el president. En cuanto el procés ha pedido paciencia y confianza a la gente que “está nerviosa” pero que “construir un Estado no se hace apretando el botón”. “Hay que pensar que tenemos 3.300 tratados internacionales que suscribirnos”, ha ejemplificado.
Una noche larga
El president se ha sometido a las preguntas de 12 preguntas en directo más media docena que han entrado por redes sociales. Unas preguntas que han quedado lejos de un “masaje” y que, a menudo, el president no se ha encontrado muy cómodo y ha demostrado no tener la cintura muy entrenada ante la contundencia de muchas cuestiones.
Bilinguismo, becas, supuestos actos de “odio”, los recortes en sanidad y en educación, BCN World, inmigración, la ganadería, la economía, el mundo laboral o las intervenciones públicas en la MIna han sido las preocupaciones de ciudadanos en las que han versado las preguntas en un programa de tres horas. Puigdemont ha batido el cobre con alguna intervención que ha hecho enfurruñar a un público bastante acorde con el president y el proceso político catalán.
Carmen, una bibliotecaria ha responsabilizado al Govern de marginar el castellano y de fomentar el odio, unas acusaciones que ha obligado a Puigdemont a responder a la ciudadana advirtiéndole que “eran falsas e injustas” y que “las campañas de propaganda no pueden tapar una realidad”. Puigdemont también ha informado que no habrá consulta sobre Barcelona World y tampoco se ha comprometido a liberizar peajes. Puigdemont ha defendido su gestión en políticas sociales ante una médica la problemática situación sanitaria en Catalunya por los recortes y un joven profesor que acusaba a la concertada de “segregación”.
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