Peor imagen de la inmigración
El Mundo, , 19-01-2017El Gobierno regional presentó ayer en sociedad una radiografía de la situación de los extranjeros en la región y, entre otras conclusiones, se puede decir que muestra un cambio de la tendencia positiva que había en los últimos años. Concretamente, desde el comienzo de la crisis económica en 2008.
El Barómetro de la Inmigración en la Comunidad de Madrid 2016 presenta datos reveladores sobre la percepción que tienen los madrileños sobre su integración. Si en 2014, en plena crisis, el 71,6% de las personas consultadas aseguraban que los extranjeros estaban integrados, en 2016 el porcentaje ha bajado a un 68,7%. Pese a todo, la cifra sigue siendo superior a la que había al comienzo de la crisis (54%).
El informe también precisa que la percepción de la inmigración como «primer problema de la región», ha subido de un 1,4% a un 2,2% entre los españoles y del 0,9 al 1,2 entre los foráneos.
Asimismo, la percepción de que los inmigrantes son beneficiosos para la economía española baja ocho puntos, de 84,3% a 76,1% entre los españoles y del 61% al 59,3% entre los extranjeros. Casi la mitad de los nacionales consultados (49,5%) creen que hacen un uso mayor que los nacionales de la sanidad y las becas. Esta imagen ha aumentado más de cuatro puntos con respecto a 2014. Un tercio de ellos entienden que los españoles y extranjeros lo hacen de igual forma.
Por su parte, la población extranjera cree mayoritariamente (50,2%) que hacen un uso mayor de la sanidad y las becas que los españoles. Este porcentaje se incrementa en 12 puntos con respecto a 2014 y desciende 10 puntos la percepción de que hacen igual uso que los nacionales.
En lo que tiene que ver con los datos generales, uno de cada cuatro extranjeros acaba nacionalizándose y el 90,5% dice estar plenamente integrado. El documento pone de relieve la importancia de este último dato, ya que se sitúa tres puntos con respecto al último barómetro de 2014. Sin ir más lejos, en 2008 el porcentaje era del 79%.
A 1 de enero de 2016, en la Comunidad de Madrid había 1.197.906 ciudadanos empadronados de origen extranjero, de los que uno de cada cuatro (334.427) obtuvieron la nacionalidad española en los últimos 15 años. El resto (862.085) son extranjeros de distintas nacionalidades, entre los que destacan los procedentes de Rumanía (205.033); Marruecos (79.639); China (55.784); Ecuador (45.679); Colombia (36.252); Perú (27.331) y Bulgaria (27.151).
En el lado contrario del espectro, el 62% de los extranjeros afirma haberse encontrado con algún problema para integrarse, porcentaje seis puntos inferior a los del Barómetro de 2014. Entre dichos obstáculos, el principal es el idioma (30%), frente a la discriminación social (15,6%) y las diferencias culturales (13,6%). En cuanto a la convivencia con sus vecinos, el 68% de los extranjeros opina que es «muy bueno» o «excelente», algo que es compartido por el 61% de los españoles.
El consejero de Políticas Sociales y Familia, Carlos Izquierdo, que fue el encargado de desgranar el estudio puso en valor las acciones llevadas a cabo por el Gobierno regional para favorecer la integración. El consejero señaló como ejemplo los ocho Centros de Participación e Integración (CEPI) con los que cuenta la Comunidad de Madrid, «unos lugares de encuentro para todos los madrileños, sea cual sea su nacionalidad, donde pueden tener acceso a diversas actividades como cursos de formación, asesoría jurídica, talleres de búsqueda y mejora de empleo, variados programas culturales y actividades deportivas», dijo.
Izquierdo enfatizó que estos centros son «pioneros en Europa» y atienden cada año a una media de 100.000 personas, con las que se hacen 330.000 acciones, en talleres o formaciones ocupacionales.
Finalmente, adelantó que el Ejecutivo autonómico está ultimando una Estrategia integral para la Inclusión Social de las personas inmigrantes, para «reforzar su integración plena en la sociedad», incidiendo en el trabajo con la segunda generación.
«En el Gobierno de la Comunidad de Madrid creemos firmemente que la integración de los inmigrantes favorece el progreso y enriquece nuestra sociedad, una sociedad respetuosa, abierta y multicultural, en la que defendemos la igualdad, y un modelo de convivencia en paz y armonía», concluyó.
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