El acusado de matar a un marroquí en una discoteca de Los Alcázares dice «no recordarlo»

Juan U. A., de 21 años, asegura en el juicio que «fui agredido con una lluvia de piedras y botellas y me 'pincharon'»

La Verdad, José Alberto González, 16-01-2017

El acusado de matar a golpes con una hoz y un bastón con clavos a un marroquí de 25 años a las puertas de la discoteca Caracas de Los Alcázares, a finales de agosto de 2015, afirmó este lunes durante el juicio en la Audiencia Provincial no recordar los hechos que se le imputan.

Según el testimonio de Juan U.A., de 21 años, solo tiene memoria de haber recibido una ‘’lluvia de piedras y botellas’’ lanzadas desde el exterior del coche donde estaba junto a su tío, en el aparcamiento, y que al huir del vehículo notó que le “pincharon por la espalda”.

El fiscal del caso, cuya vista oral se celebrará hasta el miércoles en la Seccion Quinta de la Audiencia Provincial, que tiene su sede en Cartagena, solicitó imponer a Juan la pena de 15 años de prisión por un delito de homicidio.

Según el representante del Ministerio Público, que también reclama una indemnización de 120.000 euros para el padre de la víctima, afirmó ante el jurado que el acusado actuó con una clara intención de acabar con la vida de Samir A. y que no actuó en legítima defensa.

Según relató el fiscal, hacia las 6.00 horas el acusado y su tío mantuvieron una discusión con un grupo de marroquíes, entre los que estaba la novia de la víctima, y, a pesar de la escasa relevancia de la disputa, Juan sacó del maletero del coche un bastón y lo hirió de forma grave.

Añadió que posteriormente cogió una hoz y le asestó un golpe con el claro ánimo de quitarle la vida.

En el transcurso de la pelea el joven marroquí logró arrebatarle el arma homicida y, también, dejó herido grave a Juan hasta el punto que tuvo que ser ingresado en la UCI de La Arrixaca.

El fiscal aseguró que el acusado no tenía alteradas su facultades mentales y que era plenamente consciente de sus actos. El abogado de la defensa, Fermín Guerrero, reclamó la libre absolución de Juan, entre otros motivos, porque considera “incompresible que alguien pueda tener intención de matar por una discusion sin relevancia”.

El letrado añadió que Juan, que trabaja como vendedor en mercados, está casado y tiene tres hijos, no tenía un problema anterior con la víctima y que a nivel físico no aparenta tener la fuerza que según los peritos era necesaria para asestar a Samir golpes tan fuertes como para romperle dos costillas del tórax y sacar el arma.

Guerrero también alegó que ‘’las declaraciones de los testigos carecen de coherencia entre sí. El escenario fue muy confuso porque las personas habían bebido y era de madrugada y que además no tiene sentido que mi defendido quisiera atacar a un único marroquí cuando tenía enfrente a otros 11 y sintió temor de perder la vida por la lluvias de piedras y botellas’’.

La vista oral quedó suspendida hasta este martes cuando está previsto que declaren los testigos y los agentes de la Guardia Civil y Policía Local que acudieron al lugar del suceso.

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