La llegada de otros 180 inmigrantes a Canarias colapsa la red de acogida

Exteriores promete a Mauritania ayuda española y de la UE para frenar la ola de pateras

La Verdad, 17-03-2006

La llegada en menos de 24 horas de otros 180 inmigrantes a las islas Canarias colapsó ayer toda la red de acogida del archipiélago. Los responsables de los servicios sociales alertaron este jueves de que las 1.600 plazas en los centros para extranjeros ‘sin papeles’ son insuficientes y advirtieron de que sólo el inmediato envío de los recién llegados a la península podría reducir la presión.

Por séptimo día consecutivo, la avalancha de inmigrantes continuó en los puertos de Tenerife y Gran Canaria. Seis pateras fueron rescatadas en aguas territoriales españolas. La primera barca, con 65 subsaharianos a bordo, fue localizada de madrugada cuando se dirigía a la costa sur tinerfeña. El barco Punta Salinas de Salvamento Marítimo fue el encargado de recoger a los inmigrantes para trasladarlos a otro buque, que llevó a los subsaharianos a tierra.

Mientras, los equipos de rescate siguieron durante todo el día batiendo las aguas territoriales para localizar pateras o restos de naufragio, el buque Esperanza del mar abandonó ayer la búsqueda de cuerpos en aguas del litoral africano. El barco hospital llegará hoy a Gran Canaria con 25 cadáveres en sus bodegas rescatados en los últimos días en el caladero marroquí – mauritano y que proceden del naufragio de un cayuco que volcó en alta mar.

Ayuda española

Por su parte, el secretario de Estado de Exteriores, Bernardino León, prometió ayer en la capital de Mauritania, Nuakchott, ayuda española y de la Unión Europea para frenar la avalancha de pateras que parten de este país con destino a las costas canarias.

León, explicaron fuentes de su departamento, insistió ante las autoridades mauritanas en que el problema de la inmigración ilegal ya tiene una «envergadura internacional» y que, por tanto, también Bruselas se implicará en su solución. León encabezó la delegación española enviada de urgencia por el Gobierno para atajar la ya conocida como crisis de los cayucos.

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