TENERIFE. La llegada en menos de veinticuatro horas de otros 180 inmigrantes a las islas Canarias colapsó ayer toda la red de acogida del archipiélago. Los responsables de los servicios sociales alertaron ayer de que las 1.600 plazas en los centros para extranjeros son insuficientes y advirtieron de que sólo el inmediato envío de los recién llegados a la península podría reducir la presión.

La llegada de estos 180 inmigrantes no ha hecho más que agravar la situación de hacinamiento en los centros de acogida, que han superado con creces su capacidad. La Policía Nacional ya ha recibido instrucciones taxativas para que agilice las diligencias a fin proceder a su repatriación o, al menos, su traslado a la península.

La situación es crítica en la atención a los menores. La Federación Canaria de Islas, el organismo que aglutina a los cabildos insulares, fijó ayer en 250 el número máximo de menores a acoger en sus centros. La entidad exigió que los adolescentes que superen este cupo se distribuyan por la península. Sólo en Gran Canaria hay 297 menores acogidos.

Por séptimo día consecutivo, la avalancha de inmigrantes continuó en los puertos de Tenerife y Gran Canaria. Seis pateras fueron rescatadas en aguas territoriales españolas. La primera barca, con 65 subsaharianos a bordo, fue localizada de madrugada cuando se dirigía a desembarcar en la costa sur tinerfeña, en una zona conocida como Las Galletas. El barco Punta Salinas, de Salvamento Marítimo, fue el encargado de recoger a los inmigrantes para trasladarlos a otro buque, que llevó a los subsaharianos a tierra.

Más cayucos

El Punta Salinas no pudo ni siquiera volver a puerto porque tuvo que hacerse a la mar de inmediato para asistir a otro cayuco avistado por un pesquero a ocho millas náuticas al sur de Tenerife con otros 37 inmigrantes. El buque de salvamento y una patrullera de la Guardia Civil escoltaron a la embarcación hasta el puerto tinerfeño de Los Cristianos, un muelle que en los últimos días se ha convertido en el punto de arribo de centenares de inmigrantes .

En Gran Canaria, otros cayucos con inmigrantes a bordo alcanzaron durante la noche la costa sur de la isla. La Guardia Civil detuvo a 81 africanos que viajaban en estas pateras, pero cree que un número indeterminado de extranjeros logró huir hacia el interior.

La primera embarcación fue detectada cuando se aproximaba a la localidad de Pasito Blanco, en el municipio de San Bartolomé de Tirajana.

En esta barquilla viajaban 42 personas. Casi al mismo tiempo se localizó otra barca que navegaba hacia la playa de Amadores, en el municipio de Mogán. Cuando los efectivos llegaron a la zona, todos los ocupantes de esta embarcación se habían dado a la fuga. La Guardia Civil sólo pudo arrestar a seis inmigrantes, entre ellos dos menores de edad, aunque mantiene un dispositivo de búsqueda con perros adiestrados para detener al resto de los huidos. Hacia las 1,30 horas de la madrugada se detectó otra embarcación muy próxima al muelle de Arguineguín, donde llegaron 33 inmigrantes varones subsaharianos, – 31 adultos y dos menores – .

Mientras los equipos de rescate siguieron durante todo el día batiendo las aguas territoriales para localizar pateras o restos de naufragio, el buque Esperanza del Mar abandonó la búsqueda de cuerpos en aguas del litoral occidental africano. El barco hospital llegará hoy a Gran Canaria con 25 cadáveres en sus bodegas, rescatados en los últimos días en el caladero marroquí – mauritano y que proceden del naufragio de un cayuco. COLPISA