Al puerto de Las Palmas llegará hoy el buque hospital español Esperanza del Mar con los 25 cadáveres recuperados tras el último naufragio en aguas mauritanas (ayer se encontró un cuerpo más). Mientras tanto, 180 inmigrantes lograron arribar ayer a Gran Canaria y Tenerife. Este año, 3.513 sin papeles han alcanzado el archipiélago.

Según informó a Europa Press Pino González, de la ONG Médicos del Mundo, los inmigrantes venían de Mauritania y son de origen subsahariano, principalmente de Malí y Senegal, países que tienen tratados de libre circulación con Mauritania.

A Tenerife llegó una primera patera con 62 inmigrantes indocumentados.La salvamar Punta Salinas salió a su encuentro y sus ocupantes fueron atendidos a pie de muelle por efectivos de la Cruz Roja.La segunda embarcación fue avistada a unas ocho millas de la costa sur tinerfeña y en ella viajaban 37 personas.

En Gran Canaria, arribaron tres pateras con 81 inmigrantes a bordo. Una de ellas fue detectada después de que sus tripulantes alcanzaran la costa y emprendieran la huida en tierra. El dispositivo de búsqueda sólo pudo localizar a seis personas, mientras que el resto (probablemente unos 12, ya que la embarcación era pequeña) seguía en paradero desconocido al cierre de esta edición.

En esta ocasión, los inmigrantes procedían de Marruecos y no de Mauritania, como viene siendo habitual este mes, según fuentes de la Guardia Civil.

Según denunció la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), «tras la llegada de más de 800 inmigrantes a las costas del archipiélago canario en apenas cuatro días, el Gobierno ha respondido con la improvisación, como sucedió en otoño pasado cuando se produjeron los asaltos masivos a los perímetros fronterizos de Ceuta y Melilla».

La AUGC asegura que desde hace años los inmigrantes parten desde Mauritania y Cabo Verde a bordo de barquillas pesqueras «y se sabe que unos 15.000 inmigrantes esperan en Nuadibú (Mauritania) para tratar de llegar a territorio español».

La asociación de guardias civiles exige al Gobierno «verdaderos» protocolos de actuación para todos los organismos afectados y proyectos de cooperación internacional. «Se sabe desde hace mucho tiempo que todos los inmigrantes que logran alcanzar la costa no pueden ser devueltos a sus países». De hecho, esta circunstancia está obligando al Gobierno a derivar a la Península a la mayor parte de subsaharianos que llegan a Canarias.

Esta asociación también reclama medios para los efectivos que lidian a diario en las tareas de rescate. «En estos dos años de Gobierno no ha habido ningún avance digno de destacar, ni en el número de efectivos que se destinan a combatir la llegada ilegal o las mafias, ni tampoco una mejora significativa de los medios materiales», afirma este colectivo.

Canarias cuenta con la misma plantilla de guardias civiles que hace dos años, y, en algunas unidades, incluso menos. Para los guardias civiles es fundamental que se renueve e incremente la flota del Servicio Marítimo y que se desplieguen efectivos suficientes en Gran Canaria.

La ONG Cáritas manifestó ayer su «consternación e impotencia» ante este drama. Su portavoz, Alfredo Ramos, dijo que la situación que se vive en las aguas que separan Africa de Canarias es un «holocausto».

Por otro lado, el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León, y el secretario de Estado de Interior, Antonio Camacho, llegaron ayer a Nuadibú al frente de una delegación en la que figuran también representantes de la Comisión Europea y del Gobierno autonómico canario. León destacó la «plena implicación» de España y de la UE en la búsqueda de una solución al problema de la inmigración clandestina que está llegando masivamente desde Mauritania.