impulsar el compromiso
¿Por qué pasan estas cosas?
Voluntarios de la plataforma Ongi Etorri Errefuxiatuak han organizado varios talleres en las escuelas de Mujika y Atxuri de Bilbao para impulsar el compromiso con las personas migrantes y refugiadas, frente al racismo
Deia, , 09-01-2017La justicia acaba allí donde se empuñan las armas. El absurdo de las guerras provoca en la ciudadanía civil consecuencias difíciles de superar y que provocan sufrimiento y mucho dolor. Pero, “¿por qué pasan estas cosas?”, pregunta un alumno del colegio Mujika de Bilbao. Buscarle una respuesta lógica a semejante drama se convierte en una labor complicada para los voluntarios de Ongi Etorri Errefuxiatuak Bizkaia que durante el pasado mes han acudido a varios colegios de la capital vizcaina para acercar la realidad de las personas que huyen de su país en buscan de una mejor vida. “¿Cuál es realmente el problema?; ¿Por qué no pueden entrar en Europa?; ¿Qué han hecho para tener que irse de sus casas?; No tiene sentido; Entre todos tenemos que hacer alguna cosa para ayudarles…” son algunas de las reflexiones y cuestiones que han planteado los niños durante los talleres que se ha llevado a cabo en los centros educativos de Bilbao.
La campaña Eskolak, migrante eta errefuxiatuarekin, es la primera experiencia desarrollada en el ámbito escolar que se organizó el pasado mes en dos colegios de la villa. La iniciativa ha consistido en la dinamización de talleres a cargo del profesorado, del voluntariado de Ongi Etorri Errefuxiatuak Bizkaia y de las AMPAs de los centros. “La iniciativa ha tenido una muy buena aceptación”, destacan desde la plataforma. Los talleres han tenido dos partes: una primera, dirigida a la sensibilización e información sobre la situación que viven las niñas y niños inmigrantes y refugiados, para la cual se han facilitado recursos pedagógicos y una charla acompañada de material audiovisual sobre la situación de refugio en el campamento de Idomeni. En la segunda parte se ha realizado manualidades que posteriormente fueron expuestas en la calle Santa María del Casco Viejo.
La actividad ha consistido en trabajar en las escuelas la situación de las personas migrantes y refugiadas para que el alumnado conozca las causas de fondo y los conflictos bélicos, que provocan que millones de personas busquen refugio en otros países. Jokin Alberdi del AMPA de Atxuri, María Luisa Menéndez y Josune Urkijo han sido tres de los impulsores de esta iniciativa centrada en el ámbito educativo. “El objetivo es sensibilizar a la comunidad educativa vasca y construir una sociedad más solidaria”, explica María Luisa Menéndez, quien vivió en carne propia la realidad del campo de refugiados de Idomeni. “Estuve 15 días y a pesar de haber sido una experiencia dura ha sido muy gratificante por todo lo que he aprendido. Gracias a lo que viví allí ahora puedo contarlo en Euskadi, a los mayores y también a los más pequeños”, explica María Luisa. Para los miembros de la plataforma los más jóvenes son un colectivo muy importante que, según explica Josune Urkijo “tienen mucha información y saben muchas más cosas de lo que pensamos”. “Lo que hay que hacer es plasmarles con ejemplos reales lo que sucede en esos países”. Según Jokin Alberdi es fundamental trabajar en los colegios conceptos como la solidaridad porque son “ellos el futuro”.
Pregunta “¿Qué os llevaríais de casa si tuvieseis que abandonarla de prisa?”, planteó Josune en una de las clases. Las respuestas fueron muy variadas. “A la familia”; “comida”; “dinero”; “la play station”… fueron algunas. “Esta idea surgió de un viaje en Córdoba donde vimos que habían organizadora eventos en los colegios que luego habían sacado a la calle para visibilizar el problema”, apuntan los organizadores
Por eso, como culminación a las intensas semanas de actividades relacionadas con la migración se celebró el pasado 18 de diciembre un acto lúdico reivindicativo en las escuelas de Atxuri y Mujika en la calle Santa María del Casco Viejo de Bilbao, coincidiendo con el día internacional de las personas migrantes.
“Fue sorprendente toda la gente que tomó parte en las diferentes actividades. Lo pasamos genial y fue realmente una fiesta en la que todas las personas que participamos teníamos pendiente el tema de los refugiados y de las personas que han llegado de otros países porque buscaban una mejor vida”, aseguran.
Las familias se acercaron a contemplar los trabajos realizados por el alumnado y quisieron tomar parte en la fiesta, en los talleres infantiles y el espectáculo de magia. “Se trata de reforzar lo trabajado en las escuelas y poner de manifiesto el compromiso contra el racismo, la xenofobia y la segregación social de las personas inmigrantes y refugiadas”, comentaron.
La entidad organizadora confía que esta primera experiencia tan solo sea la punta del iceberg de una iniciativa que próximamente se pueda extender a otros centros educativos de la capital y el territorio. Asimismo, aprovechan para poner de manifiesto una realidad que consideran se debería solucionar. “Hay colegios en los que están escolarizados la mayoría de los niños migrantes”, dice Jokin, quien en su opinión es un error ya que “suponen guetos”. “Deberíamos realizar una reflexión en esta cuestión. Sería un paso importante para intentar que esos colegios recogiesen la realidad social que vivimos”, concluyen.
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