Sin llegar a las cotas alcanzadas el martes, cuando 331 inmigrantes llegaron al archipiélago en ocho embarcaciones, Canarias registró ayer una nueva oleada de subsaharianos provenientes de Mauritania. A las playas canarias arribaron un total de 123 inmigrantes en pateras y en cayucos, barcas de pesca tradicional, pero la dramática situación dio ayer una vuelta de tuerca más. La última, la definitiva. El rescate de los cuerpos sin vida de veinticuatro inmigrantes de origen subsahariano, que naufragaron cerca de la costa mauritana cuando trataban de llegar en una canoa a Canarias, añade aún más vértigo al drama que ahora las islas, como antes Andalucía, Ceuta y Melilla, viven en propia carne. Los veinticuatro cadáveres hallados ayer se suman a los 45 rescatados el pasado día 6 en Mauritania, mientras que las organizaciones humanitarias Media Luna Roja y la Cruz Roja, cifran en más de 1.000 los africanos que en los pasados meses murieron ahogados al naufragar las embarcaciones en las que pretendían llegar a Canarias.

Los tripulantes del buque hospital Esperanza del Mar, que inició la operación de rescate a última hora del martes, al recibir un mensaje de un pesquero que había avistado los primeros cuerpos, fueron los que recogieron los cadáveres de los veinticuatro inmigrantes y todavía a última hora de ayer permanecían en la zona, a 400 millas de Canarias y en la frontera entre el Sahara Occidental y Mauritania, con la terrible sospecha de que pudieran existir más cadáveres, pues todos los indicios apuntan a que los fallecidos hallaron su fin al volcar su barca. Los veinticuatro cuerpos encontrados hasta ahora, iban equipados con chalecos salvavidas, y uno de ellos portaba un aparato de orientación por satélite, un GPS.

El martes, antes de caer la noche y tener que suspender las labores de rescate, el Esperanza del Mar logró rescatar cinco cuerpos sin vida. Una vez reanudada la operación, ayer por la mañana, fueron recuperados del mar otros trece cuerpos, y por la tarde se avistaron los seis restantes. Cuando concluya la operación todos serán trasladados a Canarias.

«Volcaron varias pateras»

Otros 123 inmigrantes, seis de ellos menores de edad, corrieron mejor suerte que sus compañeros, al lograr alcanzar las costas del sur de Tenerife. Pero según el delegado del Gobierno español en Canarias, José Segura, en los últimos días «son varias la pateras que han volcado a centenares de millas al sur del archipiélago».

La primera de las embarcaciones con inmigrantes indocumentados llegó al puerto de Los Cristianos, en el municipio de Arona, en torno a las tres de la madrugada, y tres de sus ocupantes fueron trasladados al Hospital Universitario de La Candelaria con síntomas de hipotermia. Ese grupo lo componían 69 inmigrantes varones, tres de ellos menores, que viajaban en una embarcación de 22 metros de eslora con dos motores fuera borda y construida con madera y fibra. La segunda barca albergaba a 54 inmigrantes.

Al otro lado del charco

Ajenos a todo el revuelo formado y desconocedores de los riesgos que les aguardan, un número indeterminado de inmigrantes subsaharianos – se estima que pueden superar el medio millón, aunque el Gobierno mauritano asegura que no son más de 12.000 – esperan junto a la costa con la intención de zarpar hacia Canarias. El embajador español en el país africano subrayaba ayer que éste carece de medios para poder vigilar sus cerca de dos mil kilómetros de línea costera, al contar sólo con una patrullera. La delegada de Cruz Roja Española en Mauritania, Olga Martín, explicó que el número de subsaharianos detenidos en Nuadibú cuando intentan salir hacia Canarias en patera varía cada día, aunque reconoció que «son más de las estimaciones previstas en un inicio».