Apuntes de tolerancia
Diario de Noticias, 01-03-2006con ocasión de las famosas viñetas danesas llevamos ya una larga temporada oyendo y leyendo sesudos comentarios tendentes a confrontar la “intolerable intolerancia” de una parte de los musulmanes con el “sagrado e inalienable derecho” a la libertad de expresión que reina en las sociedades occidentales.
Hace muy pocos días, una noticia en televisión llamaba mi atención; resulta que un tal Leo Basi, en el ejercicio de esa misma libertad de expresión, monta y representa un espectáculo en el que, según parece, no deja bien a la iglesia católica, pues bien, resulta que está recibiendo, amenazas de todo tipo, ataques personales, insultos, manifestaciones en la puerta del teatro, etc y lo que es peor, mucho peor desde mi modesto punto de vista, ha sido llevado ante los tribunales.
Demandar justicia no es malo en si mismo, todo lo contrario, es signo de civilización, nadie lo duda, lo que me parece grave, muy grave, es que se utilice la Justicia porque alguien se sienta herido/a en sus “profundas convicciones religiosas” ¡anda¡, pues como los otros…, vamos, que lo que pretenden es que la Justicia se ponga de su lado y por tanto que quien hable mal de la iglesia católica sea condenado, además de al fuego eterno, a penas mas concretas, de las de verdad, digamos.
En el mismo electrodoméstico me informo de que, con ocasión de una importante (para ellos) conmemoración chiíta, en el extranjero de fuera, claro, los fieles se flagelan hasta sangrar. Al parecer, en aras de esa misma libertad de expresión, un grupo de devotos de la misma confesión residentes en Barcelona, piden permiso para hacer lo propio y se lo dan, pero… prohibiendo expresamente herirse, por lo que tienen que golpearse con el puño, con lo que duele eso, no?. Se les niega expresamente la autorización para herirse en público porque tal práctica es ilegal.
Me parece bien que una sociedad avanzada no permita que alguien haga penitencia exhibicionista, ver brotar la sangre, no queda elegante, verdad? pero me sorprende la tacha de ilegalidad, porque muy cerca de aquí, en San Vicente de la Sonsierra (La Rioja), en Semana Santa, sí se permite. Esta bonita localidad riojana hace de la flagelación publica un espectáculo turístico, por cierto, utilizando para ello los mismos látigos (o como se llamen) que los chiítas (será casualidad?) y con sangre, claro, si no, no seria o mismo. Los “picaos” que así se llaman, se exhiben golpeándose sin piedad en procesión presidida por el párroco de la localidad y acompañada del resto de la liturgia que hace al caso, por descontado con la anuencia de la autoridad religiosa y de las civiles. ¡anda¡ pues como los otros… Cual es entonces la diferencia con los musulmanes? La verdad, nado en un mar de dudas, no se si me explico….
A mi no me parece mal que todos respetemos las “profundas convicciones religiosas” de unos, cada cual que crea lo que quiera, pero también habría que defender y respetar, al menos al mismo nivel de exigencia, la “profunda convicción atea” de otros, al fin y al cabo, esta es fruto de una reflexión razonada y no se si aquellas pueden decir lo mismo….
Goyo R. Grávalos
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