las palmas. Canarias fue el escenario ayer de la mayor oleada de inmigrantes de su historia, 331 personas, cuando Tenerife se confirmó como novedoso punto de destino de las barcas llegadas de África, al sumar 5 cayucos y 224 inmigrantes, por delante incluso de Gran Canaria, con 4 embarcaciones y 107 personas.

Esta nueva oleada de indocumentados ha agravado la alarma generada desde el fin de semana por la saturación de los centros de internamiento de inmigrantes del Archipiélago, ya desbordados o al límite de su capacidad el domingo, sin que el traslado por grupos a la Península de 158 de los retenidos haya permitido aliviar su situación, según confirmaron fuentes gubernativas.

De hecho, en Tenerife el vicepresidente del Cabildo Insular, José Manuel Bermúdez, hizo pública la “preocupación ante la avalancha de pateras que se está produciendo en los últimos días” en esa y otras islas, que calificó como “un asunto de máxima gravedad que está desbordando todas las previsiones” ante el cual pidió, “a la mayor brevedad posible, una respuesta inmediata del Estado español y de la UE”.

A ambos les demandó, como ya hiciera días atrás la vicepresidenta del Gobierno Autónomo, María del Mar Julios, “que presten su colaboración con el país de origen, Mauritania”, para tratar de atajar desde allí el flujo de subsaharianos que, según las propias autoridades del país, se preparan por millares para cruzar las aguas que les separan de Canarias.

Lo acertado de su pronóstico se ha constatado en el Archipiélago desde hace ya varias jornadas, al repetirse casi a diario episodios de llegadas masivas en número superior al centenar de personas en periodos de apenas veinticuatro horas o incluso menores.

La cifra de llegadas ha tendido además a mantenerse e incluso crecer con el paso de los días, pues, tras una primera avalancha de 211 personas que desató la alerta entre la tarde del sábado y la madrugada del domingo, el lunes arribaron 193 más entre Tenerife y Gran Canaria, cuyo recuento conjunto aumentó una jornada más tarde hasta los 331 de ayer.

confusión Un día en el que el grado de alerta generado por la nueva avalancha de inmigrantes llevó incluso a la Guardia Civil a tomar por nueva una patera abandonada meses atrás en Gran Canaria, donde varios agentes buscaron durante horas a pasajeros inexistentes hasta darse cuenta del error.

A la confusión, propiciada por la circunstancia de que el hallazgo se produjo poco después de desembarcar en Gran Canaria 63 inmigrantes localizados en dos canoas y mientras personal de Salvamento Marítimo navegaba en busca de una tercera que se dirigía a la isla, contribuyó el hecho de que la barca había sido arrastrada por las olas desde la playa en que fue abandonada hasta otra. >efe