Nuevo récord: 5.000 muertos en el Mediterráneo

Las mafias utilizan barcos cada vez más precarios y hacinan en ellos a más refugiados

El Mundo, ALBERTO ROJAS. madrid, 24-12-2016

Ya son 5.000 los refugiados e inmigrantes muertos en el Mediterráneo en lo que va de 2016. Días antes de que se acabe el año, se alcanzó esta cifra nunca vista desde que ACNUR toma registros. El problema es que estos muertos son sólo aquellos que han aparecido flotando en el mar. Nadie sabe cuántas embarcaciones se han ido al fondo sin que se tenga constancia de ello. El jueves se hundieron dos lanchas con 100 personas, la última tragedia para alcanzar esas cifras. Los muertos llegaron a las playas libias en las primeras horas del día de ayer.

El pasado año la cifra, superior también a los años anteriores, llegó a los 3.800 muertos. El portavoz de ACNUR, Joel Millman, asegura que «estos dos últimos hundimientos ponen de manifiesto las dificultades del rescate. Los traficantes ponen en el mar, a la vez, decenas de pequeñas embarcaciones el mismo día. Eso dificulta mucho la tarea de salvamento».

Los traficantes han ampliado negocio y meten a la gente en peores barcos, confiando en que alguna de las misiones de rescate llegue a tiempo para salvarles la vida. Además, se aprovecha el espacio de estos botes al límite del hacinamiento. Antes, durante el invierno, bajaba considerablemente el número de embarcaciones en el mar. Ahora a los mafiosos les da igual. Lanzan a los inmigrantes o refugiados al mar incluso los días de mal tiempo. En ese contexto de precariedad mueren más personas que antes. Cuando los refugiados e inmigrantes suben a bordo los mafiosos ya han cobrado y no les preocupa si los pesqueros de madera podrida en los que los meten, o las zódiac de plástico, se van a pique o no.

La logística no es fácil. Los barcos de las ONG o de las armadas europeas presentes en el Mediterráneo no pueden entrar en aguas territoriales libias, sino que esperan a unas cinco horas de navegación de la costa. De noche, los traficantes les dicen a los refugiados que deben dirigir su barco a las luces que se ven en el horizonte, que pertenecen a Italia. Ya por el día, varias horas de navegación después, los inmigrantes caen en la cuenta de que las luces que veían en el horizonte pertenecen a las plataformas petrolíferas libias. Es en esa zona donde los barcos de rescate comienzan a operar.

Los pocos barcos de Frontex desplegados en el Mediterráneo sur, junto a los navíos de rescate de las ONG Médicos Sin Fronteras (Bourbon Argos, Dignity I y Aquarius, en colaboración con Sos Méditerranée), Save the Children o Proactiva Openarms no tienen capacidad para cubrir un área de 300 kilómetros cuadrados, que es el espacio entre la costa libia y la isla italiana de Lampedusa.

El precio del billete depende de quién seas. Un subsahariano no pagará más de 1.000 euros. Un sirio deberá abonar 2.500. El viaje se hace sin GPS ni otros instrumentos básicos de navegación, y sin marino capaz de dirigir la nave. Con pasajeros hacinados en las bodegas, a veces encadenados para evitar rebeliones en el interior.

Además de la codicia de las mafias, tampoco ayudan ni la política europea de puertas cerradas, que obliga a estas personas a intentarlo por vías cada vez más peligrosas, como la de Libia a Lampedusa (mucho más mortífera que la del Egeo) ni las guerras actuales. En el fondo del problema está la dura realidad de países que se desangran como Siria, Irak, Afganistán, Sudán del Sur, Eritrea, Somalia, Centroáfrica o el norte de Nigeria, máximo exportador de refugiados en esta mortífera vía del Mediterráneo central, con un 15% del total.

No hay más conflictos que antes, pero los que se mantienen vivos resultan más sangrientos con los civiles, a los que no les queda escuela, sótano u hospital donde esconderse. Por eso este año han llegado a Europa, por la ruta del Egeo o del Mediterráneo central, 358.923 personas en total, cifras alejadas del más de un millón de 2015, lo que significa que vienen muchos menos, pero mueren muchos más.

datos 358.923 Refugiados e inmigrantes. Es el número de personas que ha conseguido llegar hasta las costas europeas a través del Mar Mediterráneo. 26 Niños. Uno de cada cuatro solicitantes de asilo que atraviesa el mar es un menor de edad. El 17% son mujeres. El 57% hombres. 23% Sirios. Casi una de cada cuatro personas que llegan a Grecia o a Italia viene de Siria, el 12% de Afganistán y el 10% de Nigeria. Los tres son países en conflicto. 6.046 Por España. Atravesaron el estrecho en patera o llegaron a Ceuta y Melilla.

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