El número de inmigrantes llegados a Canarias se triplica respecto a 2005
Deia, 14-03-2006La cifra de inmigrantes llegados a Canarias en pateras en lo que va de año supera ya en casi un 200% la suma de los que arribaron entre enero y marzo de 2005, un total de 857, al situarse en 2.542. Un número al que habría que sumar los 193 que llegaron ayer a bordo de sus pateras. El increíble aumento de las pateras llegadas a las costas canarias, ha venido acompañado de un cambio de tendencia a la hora de elegir destino. Las playas de Fuerteventura, hasta ahora objetivo casi exclusivo para los inmigrantes africanos debido a su proximidad con el continente, han pasado a un segundo plano. La radicalización del Sistema Integral de Vigilancia Exterior impulsado por el Gobierno de Madrid ha provocado que Gran Canaria y Tenerife hayan sido el destino del 80% de indocumentados en el casi primeros dos meses y medio de 2006.
Desde principios de año y hasta el 12 de marzo, Gran Canaria ha sido el escenario de la arribada del mayor porcentaje de esos indocumentados, al sumar ya 1.041, no muchos más que los llegados a Tenerife: 984.
Este último caso, el de Tenerife, es el más significativo de todos. De enero a marzo del ejercicio anterior, cuando al cierre del último de esos meses, del que este año aún no ha transcurrido ni la mitad, a Gran Canaria sólo habían arribado en pateras 132 personas. A Tenerife, no había llegado ninguna. Esta isla, no obstante, fue destino en febrero de 2005 de un grupo de 227 inmigrantes indocumentados, pero que no viajaron en pateras sino en un viejo buque. Entre esos 227 y los 857 transportados en pateras, entre enero y marzo del año pasado Canarias registró la entrada irregular por mar de un total de 1.084 inmigrantes.
Efecto persuasivo
Todo lo contrario que en Gran Canaria y Tenerife ha ocurrido en Fuerteventura, que este año ha visto aproximarse en pateras a sólo 359 de los 2.542 africanos contabilizados hasta ahora, cuando en marzo de 2005 había acumulado 644. Fuerteventura, primer y casi único destino de las pateras durante la primera década del fenómeno de la inmigración, cada vez más, descartada como punto de desembarque.
En ese cambio ha sido determinante el progresivo aumento de las dificultades para evitar ser descubierto en el camino, debido al incremento de los medios de control que se ha producido en sus aguas, con la incorporación de radares y patrulleras de la Guardia Civil enmarcados en el llamado Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE) desarrollado por el Gobierno español.
La cada vez mayor vigilancia en Fuerteventura hizo optar a los ocupantes de las pateras por Lanzarote y, en menor medida, Gran Canaria, como destinos alternativos en un primer momento, sobre todo a partir de la primavera pasada, si bien la arribada de expediciones de ese tipo de extendió a más islas a mediados de 2005. Esa ampliación de la travesía desde África, cuyos riesgos crecen parejos a la distancia que recorren hasta tierra, ha sido posible gracias al novedoso empleo de barcas del tipo cayuco mauritano, más sofisticadas y autónomas que las tradicionales pateras usadas antes.
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