Juan Bautista Vilar tiene un curriculum con el que se pueden llenar páginas y páginas. Se formó y doctoró en la Universidad de Murcia, en la que actualmente es catedrático de Historia Contemporánea. Su actividad investigadora, que se ha traducido en una treintena de libros y un centenar de artículos científicos publicados en varios idiomas, se ha centrado, entre otras cosas, en las Relaciones Internacionales, la proyección de España en África y los movimientos migratorios pasados y actuales. Esta última temática protagoniza las Jornadas sobre Migraciones, que dirige el profesor Vilar y que se abren este jueves.

– ¿Qué objetivos tienen estas jornadas?

– Las jornadas pretenden servir de reflexión sobre la realidad presente de la inmigración en España, y más concretamente en la Comunidad de Murcia, sobre todo por lo que se refiere a la formación intercultural de jóvenes y menores inmigrantes. También se analiza la realidad presente de nuestra sociedad y la necesidad de promover y desarrollar prácticas interculturales en los diferentes niveles educativos.

– ¿Tan necesaria es esa interculturalidad?

– Por supuesto. Una auténtica integración de los inmigrantes no es posible ni deseable que se fundamente en forzadas fórmulas de asimilación inspiradas en la dominación continuista del modelo cultural mayoritario. Antes bien, las posibles soluciones deben descansar sobre principios de convivencia y respeto mutuos que garanticen los derechos de la mayoría, pero también los de las minorías, en el marco de una sociedad ni unicultural ni multicultural, sino intercultural.

– ¿En qué situación se encuentran actualmente los niños y jóvenes inmigrantes en nuestra Región?

– Se encuentran en una situación bastante precaria, tanto por los vacíos legales existentes respecto a ellos como por la escasez de medios para procurarles la atención necesaria y resolver sus problemas. Y ello pese al esfuerzo de las administraciones públicas. Es de destacar la labor desplegada por Caritas y otras ONG con programas de apoyo al inmigrante, sobre todo a los irregulares e hijos de irregulares, sin presente pero también sin futuro en tanto no varíe su estatus legal, y por ello en situación en extremo precaria. Hoy por hoy sin otras perspectivas que la marginación o la delincuencia.

– ¿Tan grave es el problema?

– Sí, y puede llegar a empeorar si no se arbitran soluciones, a juzgar por el peso del colectivo inmigrante. El porcentaje de población extranjera en España sobrepasa el 9%. En la Región de Murcia su presencia es todavía mayor: un 12,4%. Es la sexta región española en cifras absolutas, y la cuarta en proporción a la población regional. De ellos el 20% aproximadamente son niños y menores.

Del millón de habitantes que ganó España en 2005, 700.000 eran hijos de extranjeros. Ello ha posibilitado que se frene la rápida caída de la natalidad española, y que se subsanen los inconvenientes del envejecimiento.