Canarias muestra su impotencia ante la avalancha de inmigrantes procedentes de Mauritania

ABC, 14-03-2006


PABLO ALCALÁ

LAS PALMAS. Una nueva embarcación al sur de Gran Canaria; permanencia sine die de los turnos dobles para Salvamento Marítimo; constante vigilancia de la costa por parte de los efectivos de la Guardia Civil; «atención celosa de cualquier cosa que detecte el SIVE (Sistema Integrado de Vigilancia Exterior)» o una Cruz Roja absolutamente desbordada; nada parece suficiente para afrontar una avalancha de inmigrantes sin precedentes en las Islas.

Las cifras «positivas» de las que presumió el Ministerio de Interior el año pasado se tornan ahora en porcentajes abrumadores: 2.600 irregulares llegaron entre enero y marzo de este año a Canarias; el año pasado fueron 857, es decir, algo más de un 200 por ciento más de personas arribaron al Archipiélago en lo que va de año.

«No cabemos ni los guardias»

La frialdad de las cifras se traduce en una realidad que, hasta ayer, era negada por la Delegación del Gobierno. «Lo único que te puedo decir es que aquí no cabemos ni los guardias, mi niño», relataba a ABC uno de los policías del centro de retención de Gran Canaria.

Ahora que se admite que la capacidad de los centros está desbordada, los traslados de inmigrantes a la península han empezado a aliviar la situación. Ayer partían 98 de los 1.295 irregulares que abarrotaban el centro de Fuerteventura; su capacidad total es de 1.070 plazas. Situación similar vive el centro de Gran Canaria, desde donde hoy parte otro número indeterminado de inmigrantes.

La escasez de recursos de rescate y acogida, eternamente denunciada, se ha puesto de manifiesto con la llegada de cerca de 1.900 inmigrantes en apenas doce días. Ante la amenaza de que el flujo continúe, el Gobierno de Canarias ha tomado dos determinaciones sobre un tema «en el que no tenemos competencias directas», como recordaba a este periódico su viceconsejero de inmigración, Froilán Rodríguez. La primera, la solicitud de la solidaridad del resto de España ante la incapacidad para absorber la cantidad de inmigrantes. Además el próximo día 31, el Gobierno regional se reunirá con el mauritano para buscar soluciones.

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