Argelinos, marroquíes, pakistaníes, nigerianos, afganos y también, aseguran, algún euskaldun. Los musulmanes de Tolosa y los pueblos cercanos tienen un nuevo lugar de culto en el barrio Larramendi, espacio donde acuden siempre que pueden a rezar a su Dios, a escuchar las charlas de su Imán y a recibir clases de árabe. Tanto el Imán de la mezquita, Abdeljalil Bouahil, como el presidente de la asociación Litaarafu-Ezagutzeko, Abdelillah Krouit, que gestiona el centro, aseguran que el templo “está siempre abierto para que cualquier persona, sea o no musulmana, pueda visitar las instalaciones y conocer la cultura musulmana”.

Desde el departamento de Migración de Tolosaldea Garatzen se han organizado las jornadas Mundu bat Tolosaldean con actividades impulsadas por personas y colectivos de diferentes orígenes que viven en la comarca. Una oportunidad que la comunidad musulmana no ha querido desaprovechar para abrir las puertas de su mezquita de par en par a la ciudadanía de Tolosaldea. “En abril solemos hacer todos los años oficialmente las jornadas de puertas abiertas, pero la gente debe saber que durante todo el año estamos disponibles para recibir visitas y dar a conocer el local”, aclara el presidente de la asociación, Abdelillah Krouit. Con él es con quien hay que contactar (617 692 188) para concertar una cita.

La oración de los viernes es la más multitudinaria, llamamiento al que muchos musulmanes que residen en Tolosaldea responden para orar en comunidad a su Dios. Pero en la mezquita de Larramendi siempre hay asistencia en alguno de los cinco rezos obligatorios que tiene todo musulmán. El anterior local, el del número 28 de San Francisco, se había quedado pequeño y la comunidad se ha hecho con un nuevo local, mucho más espacioso, que están financiando con las aportaciones de los usuarios. “El anterior recinto se abrió en 2009, pero se nos había quedado muy pequeño para realizar los rezos, porque cada vez viene más gente, y no había espacio para realizar otras actividades y acoger a tanta gente, sobre todo en días puntuales”, explica Krouit. La de Tolosa es la mezquita más grande que tiene actualmente la comunidad musulmana en la comarca, pero desde hace algunos meses también hay un pequeño templo en Alegia y otro en Zizurkil.

“Siempre les digo que no molesten a los vecinos para no manchar la imagen de la mezquita”, reconoce el Iman, Abdeljalil Bouahil
El local de Larramendi cuenta con un amplio espacio, al que es necesario acceder descalzo, donde rezan los hombres, otro departamento donde lo hacen las mujeres y varias salas donde imparten clases de gramática, escritura y cultura árabe para los niños y niñas los sábados por la mañana. “En la oración de los viernes nos solemos juntar alrededor de 120 personas, pero en grandes celebraciones, como la fiesta del Ramadán y la fiesta del cordero, nos solemos juntar 200 personas”, explica el presidente de la asociación.

La convivencia en el barrio

Abdelillah Krouit asegura que los musulmanes de Tolosaldea tienen mucha suerte por tener como Imán a Abdeljalil Bouahil, una persona muy formada y con estudios sobre la religión islámica. “Hay algunos Imanes que se limitan a dirigir las oraciones, pero el nuestro ha estudiado mucho el Corán y todos los viernes imparte charlas y nos invita a recitar versículos. También tiene nociones de poesía, enseña gramática… Hay musulmanes que viven en Euskadi que creen que estudiar gramática árabe no es útil o no les interesa porque aquí no les sirve para nada, pero yo les diría que tienen una gran oportunidad con este Imán y que aprovechen la oportunidad”, explica el presidente de la asociación tolosarra.

Bouahil, nacido en Marruecos y residente en Tolosa desde hace ocho años, fue Imán también el año pasado en la mezquita de San Francisco y sigue dirigiendo a los fieles en el nuevo templo de Larramendi. “Estoy muy contento con la gente y quiero destacar que no tenemos ningún problema de convivencia con los vecinos”, asevera el Imán, a lo que Krouit añade: “nos tiene muy bien enseñados y siempre insiste en que es muy importante que respetemos a los vecinos para que no haya problemas de ningún tipo y no se manche la imagen de la mezquita”. Uno de los requerimientos del líder es que cuando los usuarios salen del local no se concentren en la puerta, donde pueden molestar a los vecinos con sus voces. “Son hábitos de convivencia que todos debemos respetar, porque, el Islam es así; no debemos molestar a la gente”, recalca el Imán.

En la nueva mezquita están “encantados” de recibir visitas porque, aseguran, para ellos es una oportunidad de “romper con los prejuicios”. Por ejemplo, todos los años reciben la visita de los alumnos y alumnas de La Inmaculada Ikastetxea, que visitan las instalaciones y aprovechan la ocasión para realizar preguntas a los integrantes del centro musulmán. “Estaremos dispuestos a responder a cualquier pregunta”, concluyen.