Un párroco niega a inmigrantes ortodoxos el templo que usaban desde hacía un año
El sacerdote de Santa Cruz dice que "la raza eslava, por haber sufrido el comunismo, es más violenta que la andaluza"
La Vanguardia, 13-03-2006Los cristianos de rito ortodoxo que residen en Sevilla, casi todos inmigrantes de los países del Este, se quedaron ayer sin la misa de todos los domingos en la iglesia del barrio de Santa Cruz. El párroco, Pedro Ibarra, les negó el uso del templo, como hacían desde más de un año atrás, aduciendo que lo necesitaba para otros cultos de la Semana Santa, cosa que no ocurrió a lo largo de toda la mañana. Como consecuencia, alrededor de doscientos cristianos de rito ortodoxo permanecieron concentrados en la puerta de la iglesia entre las once de la mañana y la una del mediodía.
>
Dimitro, el sacerdote ucraniano encargado de oficiar la ceremonia de rito ortodoxo, dijo desconocer las razones para que su colega les negara un templo que venían utilizando todos los domingos desde hacía más de un año. Este sacerdote restó importancia a lo ocurrido, aunque agregó que hoy viajará a Roma para exponer ante el responsable de Inmigración, el obispo Halib Lonchyna, las dificultades para oficiar culto que encuentra en Sevilla. Por la tarde se trasladó a Huelva para la misa de los trabajadores del Este en la campaña de la fresa. La moderación del sacerdote no es compartida por algunos de sus compatriotas que ayer se quedaron sin misa. Natalia Tyndyk, que lleva cinco años en España, aseguró: “Nos discriminan en muchas cosas por ser extranjeros, pero ya es el colmo que nos echen de una iglesia cristiana donde celebramos misa”.
>
Por su parte, el sacerdote Pedro Ibarra negó ayer que haya ningún tipo de discriminación y dijo que se trata de un malentendido. Calificó a los que todavía estaban delante de su iglesia de inmigrantes y hermanos en Cristo, “dos razones más que suficientes para ser bien recibidos aquí”. Sin embargo, a continuación añadió: “Les hemos ofrecido una sala trasera donde antes se organizaba la Escuela de Cristo y no la han querido, así que no entiendo a qué viene su protesta. Puede ser por las dificultades de entendimiento por culpa del idioma”. A continuación, el párroco del barrio de Santa Cruz agregó: “Su reacción también puede estar motivada porque la raza eslava, como consecuencia de haber sufrido el comunismo, es más violenta que la raza andaluza. Como todo el mundo sabe, nosotros somos más pacíficos”.
>
La comunidad ortodoxa de Sevilla empezó a utilizar el templo del barrio de Santa Cruz después de una entrevista con el cardenal de Sevilla, Carlos Amigo, que les ofreció la iglesia siempre que el párroco no tuviera inconvenientes. Durante este año y pico, ha crecido la presencia de los inmigrantes, sobre todo mujeres procedentes de Rusia, Polonia y Ucrania que trabajan en el servicio doméstico. Natalia Tyndyk, ucraniana, dice: “Aquí somos los patitos feos en todo. En el autobús nos miran de reojo, los taxistas nos cobran más cuando oyen nuestro acento, la hermandad de la Escuela de Cristo no nos quiere en esta parroquia y por eso están haciendo todo lo que pueden para que nos vayamos de aquí. El colmo es que ahora nos nieguen el templo para celebrar nuestra misa, que, siendo de rito oriental, es también cristiana”. El ofrecimiento de la sala trasera de la iglesia lo rechazaron porque es un cuartucho lleno de trastos comidos por las ratas. Era el lugar que utilizaron antes de que el cardenal pidiera al sacerdote que cediera el uso del templo. Durante este tiempo, la presencia de los ortodoxos todas las mañanas de los domingos (su misa dura dos horas) ha competido con otros actos litúrgicos, como bodas o bautizos, aunque siempre les avisaron con antelación. Esta vez no hubo aviso y les dieron con las puertas en las narices. La excusa fue que necesitaban el templo para unos actos relacionados con la Semana Santa. Pedro Ibarra reconoció no haber avisado al sacerdote ucraniano y que eso enfadó más a sus fieles.
>
(Puede haber caducado)