Begoña Fernández Aguirre, que ayer recibió el premio a la voluntaria del año en Getxo, está comprometida desde hace muchos años con la asociación Gizatiar. Su frenética actividad diaria persigue la anhelada igualdad. Trabaja contra el acoso sexual y la violencia de género. También apoya a mujeres inmigrantes , es agente antirrumores racistas y su valía le ha llevado a ser desde 2015 colaboradora de la Diputación para apoyar a mujeres maltratadas en Romo.

–¿Qué ha sentido al saber que le premian por solidaria?

– Al principio, una grandísima sorpresa porque en ningún momento esperaba un premio de estos. Y luego, analizando un poquito, creo que está muy bien que se visibilice el trabajo de todas las mujeres que estamos mayoritariamente en todos los ámbitos del voluntariado.

– ¿Los malos tratos son una brecha que no se cierra?

– La violencia está creciendo cada día más; cada día es mayor. Es lo que vemos en los medios y en las cifras que se dan. Se hacen muchas campañas y creía que esto iba a mejor, pero luego ves las cifras y vuelve la desesperación. Y mal arreglo tienela sociedad si no empezamos desde la educación y desde abajo: coeducando en la igualdad.

– ¿Por casos de violencia, se ha derrumbado muchas veces al llegar a casa?

– Claro. Te desesperas y el dolor es terrible cada vez que hay una mujer muerta más. Es algo que me desgarra por dentro y, como es habitual, parece que decimos otra más, otra más… El caso es que aquí sigue…

– ¿Y qué le hace levantarse y seguir en la brecha?

– Mi trabajo de voluntariado que, aunque a veces te canses y te desesperes un poco, te levantas en diez minutos y para adelante. Si hacemos este trabajo es porque nos gusta, porque nadie se martiriza. Estoy muy contenta haciendo cosas nuevas, aportando y compartiendo cantidad de cosas entre las compañeras…Yo disfruto.

– Compensa ver la recuperación; ese cambio psicológico y físico que se nota en una mujer maltratada que avanza…

– ¡Claro! Es un poco de oxígeno; decir: ¡Bien. No todo es tan oscuro!. Las mujeres estamos trabajando muchísimo por conseguir esta igualdad y estamos muy comprometidas contra la violencia. Hay que transformar esta sociedad enseñando que algún día será igualitaria.

– Falta el compromiso fundamental por parte de los hombres, ¿no?

– ¡Y tanto que es fundamental! Hay hombres que están involucrados, pero la mayoría no, porque se les acaba el chollo.

– Aún tiene tiempo para ser agente antirrumores…

– Somos más de 70 personas en el grupo. Hacemos cada uno lo que podemos en nuestro entorno. Estamos para desmontar esos rumores racistas que circulan por la sociedad y explicar que no son así.