Más de 400 inmigrantes logran cruzar la valla de Ceuta
Los subsaharianos accedieron a la ciudad autónoma tras romper dos de las puertas por las que se hacen las 'devoluciones en caliente'
Diario Sur, , 10-12-2016El perímetro fronterizo de Ceuta sufrió ayer uno de los mayores asaltos de su historia reciente, pero no fue un salto masivo a la valla como otras ocasiones. 438 inmigrantes subsaharianos lograron ganar territorio español con una nueva técnica ya ensayada el pasado octubre con cierto éxito: hacer saltar de forma simultánea dos de las puertas del vallado, los mismos pasos entre España y Marruecos que la Guardia Civil usa habitualmente para las polémicas ‘devoluciones en caliente’ a fin de deportar al país vecino a los ‘sin papeles’ recién entrados a la ciudad autónoma.
Según el Ministerio del Interior, la avalancha de indocumentados fue una de las mayores que se recuerdan en Ceuta, aunque también en Melilla. Cerca de 800 africanos que llevaban varias semanas acampados en los bosques aledaños a la ciudad norteafricana, de forma coordinada, a las 6.15 horas de la mañana, aprovechando todavía la oscuridad, se dirigieron a la parte central del vallado de 8,2 kilómetros de longitud que rodea la ciudad. No fueron localizados. Las fuerzas de seguridad marroquíes – escasas a esas horas», en palabras de mandos del instituto armado – no dieron la voz de alarma de que la multitud se estaba concentrando en las inmediaciones del paraje conocido como Finca de Berrocal. La gran mayoría de los extranjeros se dirigió a dos de las puertas dobles metálicas del vallado. Algunos de los inmigrantes llevaban consigo cortafríos y palancas metálicas. «Material sofisticado», como lo definió el secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, que ayer se desplazó a Ceuta.
En cuestión de segundos – de acuerdo con diversos testimonios – la multitud reventó las puertas sin problemas y comenzó la entrada masiva. En solo unos minutos, el tiempo en que tardaron en personarse en la zona las primeras unidades de la Guardia Civil, centenares de indocumentados habían entrado sin oposición a territorio nacional y se habían dispersado por los montes cercanos para evitar las ‘devoluciones en caliente’.
Durante los primeros momentos la situación fue muy confusa. Grupos menores de inmigrantes se encaramaron en diferentes puntos del vallado, complicando el despliegue de la Guardia Civil, que tuvo que dispersarse por varios kilómetros para impedir que estos extranjeros también violaran el perímetro fronterizo. Al otro lado de la frontera, las fuerzas marroquíes lograron dispersar a unos 250 inmigrantes de las cercanías de la frontera.
La inmensa mayoría de los extranjeros que ayer entraron en Ceuta – confirmaron responsables de la Guardia Civil – lo hicieron a través de las «puertas violentadas». Este ‘modus operandi’ y en la misma zona fue usado el pasado 31 de octubre cuando 232 ‘sin papeles’ lograron entrar en la ciudad sin necesidad de enfrentarse a la peligrosa misión de superar por arriba el doble vallado de seis metros de altura, las concertinas y los alambres de espino.
Con la llegada de las primeras luces, la Delegación del Gobierno comenzó a darse cuenta de la envergadura de este último salto masivo. Centenares de inmigrantes – entre eufóricos y asustados – vagaban, al grito de ‘bosa’ (victoria) por algunas de las principales arterias en busca del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI). Sabían que ya no podían ser ‘devueltos’ por las mismas puertas por las que entraron. A pesar de lo multitudinario del salto, solo 49 inmigrantes tuvieron que ser trasladados al hospital. Las heridas fueron de menor entidad que en otras ocasiones, ya que no hubo cortes con las concertinas ni traumatismos por las caídas desde el vallado. Únicamente dos extranjeros tuvieron que ser intervenidos por una pierna rota y una herida en la mano. Dos agentes sufrieron contusiones al intentar frenar la avalancha.
Desbordado
A lo largo de la mañana todos los extranjeros llegaron finalmente al CETI, donde la situación ya era de masificación antes de la entrada de ayer. Este centro, con una capacidad máxima operativa de 512 plazas, ya albergaba antes del asalto a 740 indocumentados. Ayer, dentro del recinto había 1.178 extranjeros. La dirección del centro tuvo que pedir ayuda a la Comandancia General de la ciudad para habilitar literas y tiendas de campaña en el cercano aparcamiento de la Hípica.
El número 2 de Interior mostró su preocupación por la situación en este CETI. El asalto de ayer – recordaron mandos del operativo de la Guardia Civil – solo tiene precedentes, aunque menores, en las crisis migratorias de 2005, antes del refuerzo del perímetro, cuando los asaltos masivos se saldaban con hasta 200 extranjeros en territorio nacional.
Nieto anunció ayer la apertura de un «periodo de recogida de información y chequeo de los puntos vulnerables y mejorables» de la frontera de la ciudad autónoma para presupuestar refuerzos. Los sindicatos de Policía, sin embargo, han denunciado que solo en 2016 la plantilla ha caído en 50 agentes.
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