La asociación senegalesa M’Lomp ya es conocida en Durango. Lleva 13 años trabajando para que así sea. Además de salir a la calle para mostrar su cultura, sus bailes y tradiciones, participa en buena parte de las actividades que se organizan en la villa. Sin embargo, no todos conocen la labor humanitaria que desde el colectivo se lleva a cabo. El dinero que recaudan con sus bailes y actividades han servido para la creación de más de un centenar de empresas en su país natal. «Consideramos que la solución no es emigrar, por eso desde que nos constituimos como asociación ayudamos a la puesta en marcha de proyectos en Senegal», afirma su presidenta, Clementine Diatta.

Este mes concluirá su último proyecto. Una apuesta por fomentar la agricultura, pesca y ganadería en el sur y en la que han combinado una labor educativa para optimizar el negocio y trabajar de manera más eficiente, con una aportación económica para dar ese «primer paso» y poner en marcha el negocio. El objeto es avivar un sector primario acuciado por altas tasas de abandono. Sin embargo, tal y como explica Diatta, no se trata de una subvención al uso. Es un «compromiso» con el desarrollo del país, por lo que el beneficiario se compromete a devolver ese dinero que servirá para poner en marcha otro nuevo negocio.

La crisis también ha pasado factura a este colectivo. Sus bailes, principal fuente de ingresos, «son cada vez menos» y las subvenciones municipales se han visto recortadas. Han tenido que moverse para no cortar la vía con Senegal y ahora cuentan con ayuda de Cáritas Bilbao, entre otros colectivos.

Si bien se sienten integrados en Durango aseguran que han ido «perdiendo» espacios, poco a poco. «Contamos con un local para ensayar nuestros bailes pero es insuficiente si queremos organizar una fiesta como la celebración de la independencia de Senegal el 4 de abril», asegura Diatta. El recorte de las subvenciones les ha obligado a dejar de organizar sus jornadas culturales, por eso la Biblioteca Intercultural que han promovido el Área de Inmigración y la biblioteca les ha llenado de satisfacción.

«Es muy importante para nosotros mantener vivo el legado entre nuestros hijos que están naciendo en Euskadi, pero también lo es mostrarnos en la sociedad en la que convivimos, compartir con ellos nuestra cultura», advierte Diatta. Este afán por la integración les valió el Premio Astarloa en 2010. El colectivo, que comenzó con una veintena de socios, lo forman en estos momentos 70 personas procedentes del Duranguesado y Lea Artibai, en su mayoría.

¿Pero qué Africa?
Bajo el título ‘África, ¿pero qué África?’ arranca el viernes la novena edición de la jornada intercultural en la que colaboran M’lomp y Umoya, la Federación de Comités de Solidaridad con el África Negra. La cita abre con la exposición fotográfica ‘Y tú, ¿con quién estas? Yo, con las mujeres de África’ que podrá visitarse hasta el día 22 en la biblioteca. Al día siguiente M’lomp ofrecerá un taller de cocina en el que mostrará algún plato típico del sur, de donde son originarios la mayoría de senegaleses de Durango.

Los actos continuarán el lunes con la charla ‘Senegal ¿un país estable?. Castas políticas, desigualdades, amenazas y movilizaciones sociales’ que impartirá el periodista y coordinador de la agrupación de ONGs África Imprescindible, Javier Aisa. El día 15, la filóloga e investigadora Josune Muñoz dará voz a las mujeres africanas, a través de la charla ‘Noticias desde Senegal: literatura actual de mujeres’, y al día siguiente habrá una sesión de cuentacuentos para adultos.

Además, los clubes de lectura se centrarán los dos próximos miércoles en la literatura africana, mientras que se organizarán diversas actividades para los más pequeños, como cuentacuentos, talleres de manualidades y peinado de trenzas, el día 17. Las jornadas concluirán el día 20 con la sesión de cine-froum ‘The revolution won’t be televised’ de Rama Thiaw, que aborda elmovimiento de resistencia Y’en a marre’(Estamos hartos) en Senegal.