Rebelión ultraconservadora en el seno de la CDU de Merkel
La Joven Unión desafía al del partido con su defensa de abolir la ley de doble nacionalidad que según la canciller «no sufrirá cambios» esta legislatura
Diario Sur, , 08-12-2016La Unión Cristianodemócrata (CDU) que preside la canciller, Angela Merkel, dió ayer un bandazo a la derecha en política de inmigración y cedió a las presiones del ala más conservadora, que escenificó una rebelión al comienzo de la jornada de clausura de su congreso en Essen. En contra de la jefatura cristianodemócrata, la Joven Unión presentó y consiguió que se aprobara por mayoría una propuesta para abolir la ley de doble nacionalidad, que beneficia a jóvenes extranjeros nacidos o criados en Alemania y fue aprobada por la gran coalición en 2014.
En el debate previo, el titular de Interior, Thomas de Maizière, advirtió que la iniciativa es una ofensa para los afectados y para los socios socialdemócratas con quienes se pactó la ley. De Maizière subrayó además que no existe un solo posible socio de coalición que esté dispuesto a dar su apoyo a la CDU si pretende dar marcha atrás a la legislación que permite conservar el pasaporte de origen y adoptar a la vez el alemán a los extranjeros que hayan nacido en Alemania o que hasta los 21 años hayan residido ocho años en el país o acudido al colegio un mínimo de seis años.
Jens Spahn, el único miembro de la ejecutiva de la CDU que respaldó la iniciativa de las juventudes cristianodemócratas, reconoció que en una coalición hay que adoptar compromisos, pero subrayó entre gritos de júbilo de muchos delegados que «aquí nos encontramos en un congreso». Representante del ala más conservadora de la Unión, Spahn defendió la votación de la propuesta con el argumento de que el partido debe buscar sus propias posiciones y no hacer depender estas de los deseos de un socio de coalición.
Al acabar el congreso, Angela Merkel afirmó que «no habrá cambio alguno en esta legislatura». Tras calificar de «equivocado» el acuerdo alcanzado en contra de la dirección de la CDU, Merkel desestimó que esa iniciativa llegara a ser tema de la campaña electoral. Y desde la socialdemocracia, el ministro de Justicia, Heiko Maas, rechazó que su partido llegue a estudiar tan siquiera la posibilidad de abolir esa ley y advirtió de que «la eliminación de la doble nacionalidad supondría un enorme retroceso para la integración» y la propuesta de la CDU «una declaración de desconfianza hacia la mayoría de los ciudadanos con doble nacionalidad que defienden absolutamente nuestra ley fundamental».
Los conservadores en la cristianodemocracia hicieron que se aprobaran también propuestas para la prohibición en público del burka y el velo que oculta el rostro, la prohibición de matrimonios entre menores de edad o el endurecimiento del procedimiento de expulsión y deportación de aquellos refugiados cuya petición de asilo es rechazada. Un catálogo de medidas elaboradas por el ministro de Interior del estado de Baden Württemberg, Thomas Strobl, que incluyen exigencias detalladas como la retirada del asilo a quien vuelve de vacaciones en el país del que ha huido.
Ceder a las exigencias
En todo caso, en el congreso en el que por novena vez consecutiva se ha visto confirmada como presidenta de la CDU, partido que dirige desde 2000, Merkel pareció haber renunciado a su política de bienvenida y de «lo vamos a conseguir» para ceder a las exigencias de quienes quieren endurecer cada vez más el derecho de asilo y las condiciones para obtenerlo.
Aunque no fue objeto de debate, enel congreso se sintió la amenaza del populismo de la joven formación ultranacionalista Alternativa para Alemania (AfD), que lleva dos años medrando y obteniendo éxitos electorales a nivel regional a costa de los conservadores.
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