España abrirá el 1 de mayo sus fronteras a los inmigrantes de los 8 países de la UE del Este

Zapatero afirma que esa «movilidad laboral será positiva»

Diario de Navarra, 10-03-2006

MARTA SUÁREZ. COLPISA. GRANADA.

El presidente del Gobierno anunció ayer al término de la III Cumbre Hispano – polaca que a partir del 1 de mayo España abrirá sus fronteras a los trabajadores de los países del Este que ingresaron en la UE en 2004. La medida, que se aplicará con 5 años de antelación al límite máximo previsto, afectará a los ciudadanos de Polonia, Estonia, Letonia, Lituania, República Checa, Eslovaquia, Hungría y Eslovenia.

Durante una cumbre bilateral, el primer ministro polaco dio las gracias a Zapatero por su «valiente decisión»

Una decisión «valiente», según el primer ministro polaco, Kazimierz Marcinkiewicz, quien resaltó en Granada la «enorme importancia» de la medida para un país que, defendió, cuenta con diez millones de jóvenes «estupendamente formados».

«Se acabaron las restricciones». Así resumió el jefe del Ejecutivo. El Gobierno español entiende que puede levantar esas barreras sin que esa medida desestabilice el mercado interno. Al contrario, según Zapatero esa movilidad laboral será «muy positiva» para la economía y el desarrollo del país. Recordó además que otros países de la Unión, como Reino Unido, Irlanda y Suecia tampoco tienen esas restricciones y confió en que el resto de socios comunitarios levante sus fronteras antes del plazo máximo.

El jefe del Ejecutivo recalcó que la experiencia en estos casos, como ocurrió con España, es que «esos temores se disipan con los hechos» y se preguntó por qué los trabajadores de los nuevos socios no tienen los mismos derechos que el resto de europeos. Zapatero decidió realizar el anuncio antes del Consejo Europeo del 23 y 24 de marzo que debatirá esta cuestión como una expresión de apoyo y «solidaridad» con estos países.

Marcinkiewicz inició su intervención ante la prensa con un «gracias, gracias, gracias» y reconoció que para él esta cumbre fue «rara» puesto que en ella sólo recibió «buenas noticias» de su homólogo español.

Durante esta cumbre en Granada, los dos gobiernos abordaron sus problemas comunes en la UE y se comprometieron a realizar un trabajo conjunto en esos asuntos, como el del control de la inmigración, puesto que los dos países tienen fronteras exteriores de la Unión.