pamplona – Los habitantes de la Chantrea mostraron ayer su rechazo a la orden de expulsión que la Delegación del Gobierno en Navarra ha dictado contra uno de sus vecinos, Cheikh, de origen senegalés y plenamente integrado en este barrio pamplonés.

Según explican en un comunicado, Cheik está empadronado desde hace años en la Comarca de Pamplona y “no ha tenido ningún roce con la ley desde que llegó”. Asimismo, destacaron que “entiende y habla en castellano, que ha estudiado también en cursos dirigidos específicamente a adultos migrantes”, que “ha seguido varios cursos de inserción sociolaboral organizados por asociaciones a ello dedicadas”. Además, remarcaron que Cheikh, “lejos de aislarse”, se ha convertido en un miembro activo en la vida social de la Chantrea, participando “en todo tipo de actividades para integrarse en nuestro barrio”, convirtiéndose de esta forma en “un personaje popular y querido” en este barrio pamplonés.

Sin embargo, en su carta criticaron que “todo este arraigo social acreditado, no ha impedido que la Delegación del Gobierno dictara una orden de expulsión en su contra, que es ejecutiva en cualquier momento”. “La decisión final sobre esa orden de expulsión está en manos de los tribunales en un juicio previsto para el primer semestre de 2017”, explican.

Es por eso que, solicitan a los tribunales “que adopten las medidas necesarias para que nuestro vecino no sea expulsado antes del juicio”, ya que “estamos convencidos que la razón está de su parte y que un juicio con él devuelto a su país no le permitiría defenderse como es debido”.

sos racismo Por su parte, desde SOS Racismo reprocharon que el de este ciudadano senegalés “no se trata de un hecho aislado sino de una práctica habitual encuadrada dentro de unas políticas migratorias y leyes de extranjería que atraviesan y condicionan la vida de tantas personas de origen extranjero”.

Además, esta organización recordó que en España “encontrarse en situación irregular no supone un delito, sino una falta administrativa que conlleva una multa”. Pero que, “a pesar de esto, en la mayoría de casos se aplica la expulsión con prohibición de entrada, que es una medida excepcional, claro ejemplo del racismo institucional”.

SOS Racismo ha apostado por crear “espacios de derechos y visibilidad, espacios libres de discriminación frente a la barbarie de leyes como la de extranjería que siguen categorizando a las personas arrebatando derechos fundamentales según el origen”. – E.P.