Siete inmigrantes han muerto ahogados y un centenar más están desaparecidos tras registrarse un nuevo naufragio de un bote neumático frente a las costas de Libia, ha anunciado este jueves la oenegé Médicos sin Fronteras (MSF), que ha podido recoger a 27 supervivientes en su navío de socorro ‘Bourbon Argos’. Un nuevo episodio que engrosa las cifras del drama en lo que llevamos de semana. Desde el lunes, 16 personas han muerto frente a las costas de Libia en su intento de llegar Italia, 320 han desaparecido y 3.200 han sido socorridas. Este último dato, el número de inmigrantes socorridos en cinco días es el mismo que durante todo el mes de noviembre del 2015.

La abultada cifra confirma el aumento del número de partidas pese a la bajada de las temperaturas y, con ello, el deterioro de las condiciones de navegación. La proyección del Alto Comisionado de la ONU para los refugiados para este año es escalofriante: se espera un récord de al menos 4.515 personas muertas o desaparecidas en el Mediterráneo.

“Los 27 hombres que ahora está a bordo del ‘Argos’ viajaban en un bote que transportaba a 150 personas. Son los únicos supervivientes. Esta tragedia es insoportable”, ha declarado MSF en Twitter, precisando también que ha recuperado y subido a bordo los cuerpos de las siete víctimas. Según el relato de algunos de los rescatados, tras muchas horas de navegación, los traficantes que les acompañaban en otra embarcación se han llevado el motor de la barcaza neumática donde viajaban y les han abandonado a su suerte, sin ninguna posibilidad de maniobrar, debido al oleaje, ni de establecer conexión por satélite para pedir ayuda.

Las personas que viajaban en esta barca eran, esencialmente, de nacionalidad senegalesa pero también había procedentes de Guinea, Gambia, Mali y Sierra Leona. El coordinador de MSF, Michele Delaro, ha informado de que los rescatados se encontraban “en estado de shock y traumatizados”.

UPDATE: The #Argos is taking on a transfer of 27 shipwreck survivors and 7 dead bodies. Everyday there is a tragedy on the #Mediterranean. pic.twitter.com/EUgF2uWSl0

De un tiempo a esta parte, se utilizan barcazas más grandes, a la vez que las condiciones meteorológicas empeoran. Los dos factores influyen en el aumento de los naufragios. Los botes neumáticos en los cuales los traficantes obligan a hacinarse entre 120 y 140 personas, a veces incluso más, se llenan de agua con facilidad con el oleaje y pueden desinflarse o volcar rápidamente.

“Una vez más, las condiciones marítimas son muy malas”, ha indicado este jueves en Twitter la oenegé Rainbow for Africa, que proporciona asistencia médica en el ‘Iuventa’, un navío de socorro fletado por la oenegé alemana Jugend Rettet, mientras se dirigía a auxiliar a otra embarcación a la deriva.

La responsable de SOS Mediterráneo ha vuelto a insistir la necesidad de que los países europeos adopten medidas urgentes: “Una catástrofe humanitaria está teniendo lugar ante nuestros ojos”.