El joven vigués Diego P. A. viajó ayer desde la prisión de A Lama para comparecer en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Vigo y oír los cargos que pesan contra él como autor confeso de la muerte a golpes de su novia brasileña, Divina Mendes, de 46 años, en el apartamento de ella en la calle López de Neira en septiembre del 2015. La jueza le dio derecho a decir la última palabra, que rechazó, y luego le informó de que será procesado por un delito de asesinato.La acusación popular, ejercida por el abogado del Estado y la letrada de la Xunta, la acusación particular, que representa al hijo de la víctima, y la Fiscalía han solicitado que sea procesado por un delito de asesinato con las agravantes de alevosía (no dio oportunidad de defenderse a la mujer) y, a mayores, de ensañamiento (le causó un sufrimiento innecesario). El fiscal tiene dudas con el ensañamiento y pidió aclaraciones al forense, prueba que la jueza denegó.
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El implicado se enfrentará a una petición de más de 20 años de cárcel cuando, dentro de unos meses, sea juzgado por un jurado popular. La abogada de los herederos reclama que cuando salga de prisión, si es condenado, se someta a un régimen de libertad vigilada. La defensa pidió archivar el caso porque alega que su cliente actuó bajo un «shock emocional» y no se le puede imputar ningún delito. Según su versión, el implicado pasó la mañana con su pareja pero, a la hora de la siesta, ella le metió presión, lo insultó, lo humilló y él explotó «sin ser consciente» de sus actos. El forense reveló que la víctima murió asfixiada en su propia sangre tras la paliza. El novio confesó todo, lo que reduce la pena de cárcel.