LAS VEGAS. En una decepcionante jornada electoral para los latinos por el triunfo de Donald Trump con su agresivo discurso contra los migrantes, la demócrata Catherine Cortez Masto dio un soplo de esperanza a los hispanos al convertirse en la primera latina en llegar al Senado de Estados Unidos.

La exfiscal general de Nevada y nieta de un inmigrante de Chihuahua (México) se impuso este martes en Nevada al republicano Joe Heck, con quien competía para llenar la vacante que deja en la Cámara Alta el longevo y carismático demócrata Harry Reid.

Cortez Masto, que no habla español, se mostró muy orgullosa en todo momento en su campaña de su ascendencia latina, y logró atraer un gran apoyo de la población hispana de Nevada, que supone más de un cuarto de los habitantes totales del estado.

Este logro fue una de las pocas buenas noticias que recibieron los demócratas del estado del juego en la noche del martes, ya que entregaron sus seis disputados votos electorales a Hillary Clinton.

Las previsiones más extendidas contemplaban que esos votos podían ser clave en el resultado final de las elecciones, pero tras el descalabro de Clinton en estados obreros del Medio Oeste como Wisconsin o Michigan no pudieron hacer nada para frenar el sorprendente triunfo de Trump.

Nacida en 1964 en Las Vegas, Cortez Masto es nieta de Edward Cortez, un inmigrante mexicano que cruzó la frontera para trabajar en Nevada como panadero y cuya esposa era vendedora.

El padre de la ahora senadora era Manuel “Manny” Cortez, que sirvió como militar estadounidense en la Guerra de Corea y que fue presidente de la Autoridad de Turismo y Convenciones de Las Vegas.

Catherine Cortez Masto estudió en las universidades de Nevada y de Gonzaga y alcanzó su título en Derecho en 1990.

“A una edad temprana descubrí la habilidad de marcar la diferencia en la comunidad viendo a mi padre, un comisario del condado de Clark, en acción. Él me inculcó la pasión por el servicio público”, dijo Cortez Masto en 2014 en una entrevista para la Universidad de Gonzaga.

Tras una ascendente carrera, Cortez Masto fue fiscal general de Nevada de 2007 a 2015, un logro de su currículum que ha subrayado en sus mítines de campaña como prueba de sus capacidades.

El asiento libre en el Senado por Nevada era un punto central en la lucha, finalmente fallida, de los demócratas por recuperar la mayoría en esta cámara.

Cortez Masto y Heck se mantuvieron en un empate técnico durante las últimas semanas y el decidido apoyo de los hispanos por la demócrata fue un factor decisivo para pintar de azul este escaño.

La aspirante participó en numerosos actos junto al Sindicato Culinario, una potente organización de Nevada con más de 57.000 afiliados de trabajadores de la hostelería, muchos de ellos latinos, que le dio su respaldo en esta carrera.

Este sindicato fue el que organizó en octubre una mediática y muy comentada protesta frente al Hotel Trump de Las Vegas, en torno al cual construyó un muro simbólico formado por puestos de tacos.

Además, Cortez Masto recibió el espaldarazo de Los Tigres del Norte, el popular grupo mexicano de música norteña que se desplazó a Nevada en varias ocasiones para impulsar su candidatura.

También compartió escenario en múltiples ocasiones con Rubén Kihuen, un joven y popular demócrata nacido en Guadalajara (México) y que este martes consiguió su asiento por Nevada en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos.

La reforma migratoria, la educación, los seguros de salud y la mejora del salario mínimo, todos ellos asuntos de máximo interés para la población hispana, fueron algunos de los puntos más repetidos en sus discursos.

“Aprobar la reforma migratoria integral para mí es una prioridad y además personal, porque mi abuelo vino de Chihuahua, México. Soy un ejemplo perfecto de los beneficios que ofrece este país para permitir a las personas que alcancen el sueño americano”, dijo Cortez Masto a Efe en una entrevista en septiembre.

Además, apuntó que la creciente influencia de los latinos es una señal de que los tiempos están cambiando en este estado.