Una mujer veja e insulta durante años a sus vecinos con gritos racistas

La Razón, larazon.es. , 05-11-2016

Agentes de la Policía Nacional han detenido en Estepona (Málaga) a una mujer de 44 años y nacionalidad española como presunta responsable de un delito odio tras amenazar, insultar y vejar a un vecino de su edificio por su origen africano.

La investigación policial se inició a primeros de octubre, a raíz de la denuncia de un hombre, residente en Estepona (Málaga), que manifestaba ante la Policía Nacional que su vecina – a la que había denunciado en tres ocasiones anteriores en los años 2014 y 2015 – le insultaba y le vejaba debido a su origen africano. Concretamente, en el último episodio la vecina habría golpeado reiterada e insistentemente la puerta de su vivienda. El hombre al abrir la puerta vio cómo ella huía por el pasillo y se metía en su casa. Una vez dentro cerró la puerta y seguidamente comenzó a proferir insultos y amenazas contra él.

Igualmente el denunciante manifestó que esta vecina había extendido los insultos discriminatorios, amenazas y vejaciones hacia su mujer e hijos. Así, denunciaba que la mujer en más de una ocasión había rociado su domicilio con insecticida y que en otra ocasión pulverizó con insecticida a uno de sus hijos menores. Según las pesquisas policiales, la presunta agresora amenazó y vejó de forma continuada al denunciante y su familia durante casi dos años, motivo por el que ha sido detenida como presunta responsable de un delito de odio.

- Si una persona se ha mostrado hostil hacia ti por tu raza, orientación e identidad sexual, religión, creencias o discapacidad, ha cometido un delito de odio.

- No permanezcas indiferente ante los delitos de odio. No tengas miedo. Denúncialos, lo antes posible.

- Los insultos racistas o xenófobos también pueden ser delito.

- No obvies los mensajes u ofensas recibidas en tu perfil de redes sociales, tu correo electrónico o tu teléfono móvil.

- Cuando denuncies, no omitas las palabras concretas y comentarios dichos por el autor

- No olvides contar a la Policía o a la Guardia Civil todo lo que creas que es importante (símbolos, anagramas, tatuajes, vestimenta del autor, testigos de los hechos, etc.). Sea lo que sea

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