Unas setenta personas recluidas en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de la Zona Franca de Barcelona se amotinaron anoche durante más de dos horas en el patio y se negaron a entrar en las habitaciones.

El motín tuvo lugar poco después de que la Policía Nacional y los antidisturbios lograran contener un intento de fuga de 40 internos, que quisieron huir forzando la puerta de la cocina del centro. Acto seguido, en torno a setenta internos –de un total de 140 retenidos–, en su inmensa mayoría de nacionalidad argelina, decidieron quedarse en el patio y no volver a las habitaciones.

El director del centro trató entonces de negociar con los amotinados, quienes reclamaban ser puestos en libertad. Tras dos horas y media de tensión, a las 23.00 horas los inmigrantes optaron por poner fin a la protesta, tras dos horas y media de tensión, sin que la Policía tuviera que hacer uso de la fuerza.

Este intento de fuga en el CIE de la Zona Franca se suma a la huelga de hambre que un grupo de unos 70 internos, la mayoría llegados en patera a España, inició el pasado domingo 23 de octubre para exigir su puesta en libertad, aunque al día siguiente la abandonaron tras una negociación con el director del centro.

Las protestas en el polémico centro de internamiento barcelonés no son aisladas. El pasado 19 de octubre, en el CIE del barrio de Aluche de Madrid, unas 60 personas se atrincheraron durante 11 horas en la azotea del centro demandando a las autoridades «dignidad» y libertad». A las inmediaciones acudieron varios concejales del Ayuntamiento de la capital para interesarse por la situación. El centro recluye a 102 inmigrantes, la mayoría también argelinos.