La evacuación de la ‘jungla’ de Calais comienza sin incidentes
Cerca de 8.000 inmigrantes serán repartidos esta semana entre diferentes centros de acogida
Diario de noticias de Gipuzkoa, , 25-10-2016Calais – Pertrechados tras sus maletas, sus mochilas y sus objetos más queridos, centenares de afganos, eritreos y sudaneses hicieron cola ayer a las puertas del centro de registro abierto por el Gobierno francés a 300 metros de la jungla de Calais, el campamento de inmigrantes más grande de Francia. Sonríen tímidos, sus rostros reflejan desconcierto porque no saben muy bien qué les aguarda al otro lado de la larga fila. Los que entran, ya no salen para contárselo a quienes aguardan. Una vez que cruzan el umbral de una nave de 3.000 metros cuadrados acondicionada por Francia para que sirva de lugar de registro, un nuevo futuro les espera.
La evacuación organizada del campamento de inmigrantes de Calais comenzó ayer sin sobresaltos, con el traslado de más de 2.300 de los entre 6.000 y 8.000 inmigrantes que lo habitaban. En las últimas semanas, personal del Gobierno galo y de asociaciones humanitarias les han convencido para que pasen ese filtro y cambiaran a partir de ayer la húmeda y fría jungla por mejores condiciones en uno de los 450 centros de acogida repartidos por todo el territorio francés.
“La vida aquí es muy dura. Llevo cinco meses y quiero empezar una nueva vida”, aseguró Idriss, un eritreo que oculta su rostro con una bandera del Arsenal inglés y cuyo testimonio es el más repetido. Reconoce que llegó a Calais con el sueño de alcanzar el Reino Unido, pero ha perdido la esperanza. París y Londres han redoblado la vigilancia en el túnel ferroviario bajo el Canal de la Mancha y en el puerto de ferris que comunican ambos países, por lo que pasar al otro lado se ha convertido en una hazaña cada vez más peligrosa. Y más cara.
Dentro de la nave, el personal francés propuso a cada inmigrante un mapa del país para que eligiera dos regiones a las que le gustaría ser trasladado. Son muchos los que optaron por Bretaña, aunque sus caras mostraron la duda cuando los voluntarios les dijeron que no tenía nada que ver con Gran Bretaña. “Tengo a mi hermano allí”, afirmó un sudanés que no habla una palabra de francés. Cuando el voluntario le explicó que es una región del norte de Francia ya no se mostraba tan seguro de querer ir allí. Tras ese registro, los inmigrantes fueron clasificados por zonas y, cuando se iban juntando 50 con el mismo destino, el autobús salía.
En total partieron 45 autobuses que trasladaron a 1.918 adultos y unos 400 menores a diferentes centros, según las cifras que comunicó el ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve. Francia tiene previsto que hoy partan otros 45 autobuses y mañana 40 más. En una semana, cuentan con haber repartido a los entre 6.000 y 8.000 extranjeros de la jungla.
Pero algunos, como Hussein, un beduino de Kuwait, rechazan marcharse. “No quiero alejarme del Reino Unido. Allí vive mi primo y quiero ir con él”, señala el joven desde la cama que ocupa la mitad de su cabaña. Según algunas asociaciones humanitarias, son unos 2.000 los que no quieren marcharse del campamento. – Efe
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