El Ayuntamiento de Barcelona apuesta por contribuir a reforzar la diversidad
religiosa en la ciudad facilitando el acceso
igualitario de las entidades al espacio público y a los equipamientos
municipales para llevar a cabo de forma esporádica actividades.

El teniente de alcalde de Derechos de Ciudadanía, Participación y Transparencia, Jaume Asens, la comisionada de Inmigración, Interculturalidad y Diversidad, Lola López, y la directora de los Servicios de Derechos de ciudadanía y diversidad, Aida Guillén, han presentado hoy el protocolo para el uso de los equipamientos de titularidad municipal por parte de entidades religiosas y el protocolo para el uso de la vía pública para hacer reuniones y celebraciones religiosas.

El teniente de alcalde Jaume Asens ha destacado que con estos dos nuevos protocolos se pretende superar la situación de desorden y dispersión" y la actual “arbitrariedad”, que deja a criterio de los funcionarios de los distritos y de los responsables de los equipamientos la respuesta a las solicitudes de uso que hacen las entidades religiosas con el riesgo de discriminación.

Asens ha argumentado que el uso esporádico que hacen del espacio público las entidades religiosas “es positivo para que se superen ciertos recelos y ciertos perjuicios y se conozcan las realidades” y ha recordado que desde los principios de laicidad y neutralidad, los poderes públicos deben velar por la libertad de credo y contribuir a consolidar la cohesión social y la convivencia de la practica de estas religiones.

En los últimos años, en Barcelona la demanda de peticiones para poder celebrar determinadas festividades fuera de los propios centros de culto habituales ha crecido exponencialmente y con estos dos protocolos el gobierno quiere proporcionar herramientas tanto a trabajadores municipales que gestionan las peticiones como a las entidades que piden organizar actividades en el espacio público.

La comisaria Lola López ha destacado que Barcelona es “una ciudad religiosamente diversa” con 531 centros de culto y 21 tradiciones religiosas repartidas por todos los distritos de manera transversal y gran cantidad de entidades religiosas y que esta realidad hay que hacerla “visible”.

López ha explicado que los objetivos de las medidas que ha tomado el gobierno municipal no solo son para garantizar un trato igualitario sino para “mejorar el acceso de las entidades en situación más precaria” a los espacios públicos porque no disponen de propios espacios suficientes.

Aún así, Lola López ha asegurado que en ningún centro de culto barcelonés hay situaciones de peligro para la seguridad y que la mayoría ya cumplen la normativa de ruido y accesibilidad para centros de culto.

Por eso el ayuntamiento prevé mantener otro año la convocatoria de ayudas a esta adecuación y doblar la aportación, que será de 150.000 euros en 2016 y la misma cantidad en 2017.

La directora de los Servicios de Derechos de ciudadanía y diversidad, Aida Guillén, ha anunciado que una de las líneas de acción de la medida de gobierno destinar 35.000 euros más a reforzar la Oficina de Asuntos Religiosos (OAR) que, desde 2005, asesora y acompaña las entidades religiosas de la ciudad en todos los procesos que llevan a cabo relacionados con el administración municipal.

Guillén ha anunciado también que se aumentarán un 7 % las ayudas a las entidades religiosas y que prepararán un plan formativo para ofrecer a los profesionales que trabajan en los servicios municipales recursos para comprender la pluralismo religioso de la ciudad. EFE