El Ministerio de Interior británico pone en marcha un plan de urgencia para acoger a 400 niños refugiados de Calais, tras la alerta lanzada por la Cruz Roja. El llamamiento se produce en plena cuenta atrás para el desmantelamiento del campamento de La Jungla y la evacuación de sus 10.000 ocupantes, prevista por el Gobierno francés para mañana (esta semana ya se desmantelaron las tiendas del campamento).

«Con el desalojo a la vista, no nos valen los problemas burocráticos», declaró Alex Fraser, director de apoyo a los refugiados de la Cruz Roja británica. «Necesitamos una solución urgente por parte de los Gobiernos británico y francés. Los niños que tienen derecho a entrar en el Reino Unido deberían estar ya en el Eurostar y cruzando el Canal de la Mancha, y no dispersados por otros campamentos en Europa», añadió el responsable de la organización. Por otra parte, Citizens UK identificó hasta 387 niños en Calais que podrían ser acogidos, bien porque tienen parientes en el Reino Unido o porque entran en la definición de «extremadamente vulnerables» (especialmente menores de 12 años y sin padres) que reconoce la enmienda a la ley de Inmigración impulsada por Alfred Dubs, el lord británico y refugiado de guerra que venció las resistencias parlamentarias y logró el apoyo de personajes famosos como los actores británicos Vanessa Redgrave o el actor Jude Law a la campaña.

Bajo el programa Safe Passage, la asociación Citizens UK apadrinó alrededor de 70 casos de niños en Calais y logró que una decena de ellos –en su mayoría procedentes de países en conflicto como Siria y Afganistán– se vuelvan a encontrar con sus familiares en el Reino Unido, a través de órdenes judiciales y a pesar de las trabas puestas por parte del Gobierno británico.

«Es muy duro pensar que todos estos niños podrían estar ya a salvo reconstruyendo sus vidas, y, sin embargo se encuentran solos, desprotegidos y viviendo en condiciones inimaginables para cualquier adulto», denunció Alex Fraser, el portavoz de apoyo a los refugiados de la Cruz Roja.

David Simmonds, portavoz de la Asociación de Gobiernos Locales, aseguró que decenas de ayuntamientos británicos están ultimando los planes para acoger a los niños refugiados y asegurarse de que tienen el suficiente apoyo económico cuando pisen suelo británico: «Dadas la condiciones miserables en las que han vivido, nuestro objetivo será facilitar una transición lo más rápida posible para que puedan adaptarse a sus nuevas comunidades».

La ministra del Interior británica, Amber Rudd, se reunió esta semana en Londres con su homólogo francés, Bernard Cazeneuve, para estudiar la situación creada por el desalojo del campamento conocido como La Jungla y decidir el destino de los niños refugiados.

El Gobierno francés reclamó una y otra vez al británico que «cumpla con su parte» a la hora de resolver la crisis de Calais, la última parada en la ruta de los refugiados para intentar llegar al Reino Unido a través de Dover, en el condado de Kent.

«El Gobierno va a actuar con toda la urgencia posible en el momento en que tengamos la lista», aseguró Rudd, criticada duramente por la portavoz laborista de Interior, Diane Abbott: «Lo que necesitamos son menos palabras y más acción».