«Baño de sangre» en el principal hospital de Alepo
Las fuerzas leales a Asad destruyen un centro que atendía a los 250.000 civiles atrapados
El Mundo, , 02-10-2016Siete impactos, entre los que hubo el lanzamiento de dos barriles de dinamita, munición de dispersión –prohibida por leyes internacionales–, bombas incendiarias y bombas de vacío destrozaron ayer el mayor centro médico del este rebelde de Alepo. El ataque, atribuido a las fuerzas leales al presidente Bashar Asad, apoyado por Rusia, inutilizó casi por completo la que hasta entonces había sido la instalación más capacitada para atender a los 250.000 civiles atrapados allí.
Según explicó a EL MUNDO Mohammed Katoub, coordinador de la Sociedad Médica Sirio Americana (SAMS), dos pacientes murieron y 13 personas resultaron heridas. «Han destruido una ambulancia, así como el centro de recuperación. Hay daños estructurales. Los pacientes han tenido que ser trasladados a otros hospitales». Según el pro opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, otro pequeño ambulatorio en el distrito de Sajur también sufrió un ataque, que mató una persona.
Los ataques de ayer, calificados por Médicos Sin Fronteras de «baño de sangre», son el último episodio de una campaña contra hospitales que, como recordó ayer Francia, constituye un crimen de guerra. «Sus perpetradores rendirán cuentas», declaró el ministro de Exteriores galo, Jean-Marc Ayrault. Añadió que su país movilizaría el Consejo de Seguridad de la ONU, en el que Rusia y China han usado su derecho a veto para bloquear toda resolución sobre Siria inconveniente para Asad.
El hospital atacado ayer, denominado M10 –se usan estos códigos para no indicar su paradero– ya había sido objeto de bombardeos, junto al M2, el miércoles pasado. La agresión de ayer es la continuación de una intensa maniobra emprendida por Asad y sus aliados –entre los que está la aviación rusa, la infantería del partido chií libanés Hizbulá, la Guardia Revolucionaria iraní y milicias formadas por chiíes iraquíes y afganos– para tomar todo Alepo.
Ayer, los aviones rusos bombardearon el barrio de Suleiman Halabi, al norte de la ciudad vieja, por donde buscan penetrar para dividir el Alepo ya asediado en dos. También golpearon las precarias líneas de suministro. El Observatorio informó de la muerte de 16 civiles durante el sábado, cinco de los cuales eran menores. De perder Alepo, en disputa desde 2012, la causa opositora quedaría comprometida. Según estimaciones de la ONU, cerca de 400 civiles han muerto desde el comienzo de la ofensiva, el 22 de septiembre. Mientras, la diplomacia sigue en parón. Una grabación del New York Times reveló la frustración del secretario de Estado de EEUU, John Kerry, de no poder presionar en las negociaciones con una amenaza militar.
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