Sarkozy desempolva a los galos y acorta distancias en las primarias
La Vanguardia, , 22-09-2016El álbum de la primaria de la derecha en Francia se llama “Sarkozy el galo”. Todos los demás, hasta completar siete competidores, quedan por detrás. Por lo menos en la foto. ¿Y de qué se trata en unas elecciones sino de fotos, de estar en las noticias y de atraer la atención? En todo eso es Sarkozy el galo quien lidera. Su poción mágica es la actividad, su probada hiperactividad, la energía, una voluntad de poder que aventaja, casi atropella, a todos sus adversarios de la “primaria de la derecha y el centro” a disputar entre el día de hoy y las votaciones del 20 y 27 de noviembre, dentro de dos meses. Su objetivo: vencer. Vencer a toda costa, aunque sea por cansancio. Y parece que funciona.
Ayer, la comisión responsable divulgó la lista de los siete candidatos que entran en las primarias conservadoras: Jean – François Copé, François Fillon, Alain Juppé, Nathalie Kosciusko – Morizet, Bruno Le Maire, Nicolas Sarkozy y Jean – Frédéric Poisson. No es necesario retener toda la lista, quédense con dos: Alain Juppé, ex primer ministro y actual alcalde de Burdeos y Nicolas Sarkozy, expresidente con voluntad de volver a serlo. Para una mayoría de franceses, Sarkozy lo hizo mal en su quinquenio. “Cualquiera, menos él”, responden en gran número en las encuestas, pero Sarkozy avanza. Por ahora de lo que se trata es de conquistar la candidatura en una votación que seguramente tendrá dos vueltas, la segunda el 27 de noviembre.
Participará todo el que quiera. No hace falta tener carnet de partido. Basta con firmar una carta de adhesión a “los valores de la derecha y el centro”, estar inscrito en el censo electoral y pagar dos euros al depositar el voto en alguno de los 10.228 puntos que se organizarán. Loscandidatos han tenido que obtener el apoyo, firmado, de 250 cargos electos –entre ellos 20 diputa – dos– procedentes de por lo menos 30 departamentos, así como la firma de 2.500 afiliados de por lo menos 15 federaciones. Los siete participarán en tres debates televisados, uno en octubre y dos en noviembre. Se espera que participen entre tres y cuatro millones de ciudadanos.
Fuera del partido, la ojeriza contra Sarkozy es grande. Algunos que votan normalmente a la izquierda, incluso afiliados de partidos de izquierda, piensan firmar la “carta de adhesión a los valores de la derecha” para poder frenar a Sarkozy. ¿Cuántos? Actualmente hay un 6% de franceses que dicen que votarán, de ellos un 8% se declaran de izquierdas. El candidato de estos votantes infiltrados en el campo de la derecha es Alain Juppé, considerado más moderado que Sarkozy. Mientras este buscará el voto con guiños al Frente Nacional y explotando todos los cabreos y bajos instintos, Juppé los lanza al centro en nombre de una “identidad feliz” (su lema), un recurso tranquilo. El asunto estaría hecho, a favor de Juppé, si no fuera porque al lado de Sarkozy el galo, el alcalde de Burdeos es un candidato estático.
Sarkozy gesticula cada día, ayer estuvo en Calais, despotricando contra los inmigrantes y el Reino Unido, el lunes en Franconville (Val d´Oise) lanzó su titular: “Desde el momento en que se es francés, tus ancestros son los galos”. El ridículo tema de los galos de Sarkozy ha estado en todos los telediarios, todos sus rivales, algunos ministros, han reaccionado: Sarkozy impone los temas, aunque se trate de despropósitos, como es el caso. La ministra de Educación le ha dado una lección de historia. Su rival Jean – François Copé ha dicho: “¿Se imaginan a Merkel diciendo a los alemanes que sus ancestros son los visigodos? Toda Europa se habría partido de risa”. Bruno Le Maire ha sacado a relucir una bisabuela brasileña y hasta Juppé ha tenido que reaccionar con un mensaje en la red, pero es siempre Sarkozy el que impone los temas. Mientras tanto Juppé no se sabe donde está, sus gesticulaciones no llegan al público, el alcalde parece convencido de que el exceso de mímica de Sarkozy se volverá contra el hiperactivo candidato. Pero si esta primaria tiene que ver con la foto, las cosas pueden ir muy por otra senda. De momento Sarkozy remonta la considerable distancia que le llevaba Juppé hace un mes.
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