Acogida y respeto a los valores

El Rey pone de relieve en la ONU la responsabilidad de recibir a refugiados huidos de la guerra

El Mundo, CAROLINA MARTÍN ADALID NUEVA YORK, 20-09-2016

Entre medidas de seguridad reforzadas en el cuartel general de la ONU, donde se daban cita más de un centenar de jefes de Estado y Gobierno para la 71ª Asamblea General, se inauguró ayer la Reunión de Alto Nivel sobre Grandes Desplazamientos de Refugiados y Migrantes.

Era la primera cita de este tipo que se celebraba en la ONU –convocada por la Asamblea General– para responder a un fenómeno creciente. «Somos testigos de que en el mundo hay hoy un nivel de movilidad humana sin precedentes», recoge en su arranque la declaración de Nueva York, aprobada por 193 estados miembros en la mañana.

Con la cifra de 65 millones de personas desplazadas de manera forzosa como referente–incluyendo 21 millones de refugiados, tres millones que buscan asilo y más de 40 millones de personas desplazadas internamente–, los líderes mundiales reafirmaron su «profunda solidaridad y apoyo» para los millones de personas forzadas a desplazarse por razones que no están bajo su control.

Unos números que contrastan con los refugiados que se han comprometido a acoger algunos países. Hace una semana, EEUU anunció que iba a proponer admitir a 110.000 para el año próximo. Un informe de Oxfam sostiene que España acogió a 480 refugiados de los casi 18.000 supuestamente previstos para el fin de 2017.

El texto de la declaración aprobada ayer en Nueva York subraya que los miembros de la ONU están «determinados a salvar vidas»; también a adoptar compromisos para hacer frente a esta crisis humanitaria y garantizar los derechos de migrantes y refugiados con independencia de su estatus.

El secretario general de la organización, Ban Ki-moon, recordó que los desplazados no pueden «ser vistos como una carga» sino que «ofrecen un gran potencial» e hizo hincapié en que «debemos situar los derechos humanos de los refugiados y migrantes en el núcleo de nuestro compromiso».

El Alto Comisionado para los Refugiados, Filippo Grandi, destacó la urgencia de actuar pronto y pidió a los estados miembros que se comprometan políticamente, aporten fondos y den apoyo técnico a los países receptores. «El mundo no quiere que nuestras intenciones se queden en el papel», decía Grandi. Su plegaria pareció surtir efecto. El premier chino, Li Keqiang, se comprometió a aportar 100 millones de dólares adicionales para hacer frente a la crisis de refugiados.

En representación de España acudió a esta cita internacional el rey Felipe, que destacó durante su intervención que el país aspira a ser «un actor relevante en una cuestión de enorme contenido ético y humanitario», como son los desplazamientos de refugiados y migrantes que huyen del conflicto, el terrorismo y la persecución. Según el monarca, es «nuestra responsabilidad» acoger a las personas que llaman a las puertas de Europa, «en la medida de nuestras capacidades para que puedan llevar una vida digna».

En una de las mesas de trabajo de la cumbre, el Rey resaltó la diversidad de las sociedades de hoy y del futuro, desde el punto de vista étnico, cultural y religioso. «Los flujos migratorios gestionados correctamente tienen un impacto claramente positivo», dijo tras señalar que esa diversidad ha de ser compatible con «los valores que deben ser observados en los países de acogida».

En su tercera visita oficial a la ONU, –acompañado de la Reina Letizia que siguió una agenda paralela con encuentros con la responsable de la OMS, Margaret Chan, y la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-NgCuka–, Felipe ensalzó la voluntad del país «para contribuir a amortiguar un drama humano de primera magnitud».

Esta crisis, añadió, no puede ser solventada de manera individual. Por ello llamó a luchar coordinadamente contra la trata de seres humanos y traficantes de personas y a dar protección internacional a los legítimos demandantes de asilo. El monarca avanzó el compromiso de España para trabajar en la elaboración y negociación de los dos pactos sobre migrantes y refugiados para 2018.

A unas manzanas de la sede de la ONU donde los lideres hablaban sobre cómo responder a la crisis de refugiados, el candidato a la Casa Blanca Donald Trump criticaba las «pobres revisiones» que se hacen de los jóvenes sirios que llegan a EEUU y que ya superan la cifra de 10.000.

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