Berlín elige su Parlamento regional con el partido derechista AfD al alza

La Vanguardia, María-Paz López, 18-09-2016

La historia promete ser más de lo mismo, pero no por ello resulta menos preocupante para la clase política de Alemania. La capital, Berlín, celebra hoy elecciones regionales –como ciudad – estado, al ser uno de los 16 länder que componen el país– y municipales, de las que saldrá un Parlamento regional, un alcalde que es a la vez presidente del land, y las asambleas y alcaldes de cada uno de los doce distritos. Casi 2,5 millones de electores están llamados a las urnas en las regionales, cifra que se eleva a 2,7 millones en las municipales al tener en ellas derecho a voto los alemanes de 16 y 17 años y los ciudadanos de países de la Unión Europea.

Sin embargo, lo que estos comicios implican es la entrada en otro hemiciclo regional del partido populista derechista Alternativa para Alemania (AfD), que hace dos semanas lo consiguió de nuevo en las del land de Mecklemburgo – Antepomerania, donde además superó en votos (20,8%) a la democristiana CDU de la canciller, Angela Merkel (19%). En Berlín gobierna el socialdemócrata SPD en coalición con la CDU, y los sondeos indican que el SPD se mantendrá como primera fuerza con un 24% de respaldo, pese a sufrir una notable caída de votos respecto a los comicios del 2011 (las legislaturas de los länder son de cinco años).

El descontento de buena parte de la población alemana con la gestión de los refugiados ha dado alas al discurso xenófobo de la AfD (presente a día de hoy en los parlamentos de nueve länder), hasta el punto de que el alcalde de Berlín, el socialdemócrata Michael Müller, llamó el jueves a impedir su avance apuntando al carácter simbólico de la capital. Las encuestas vaticinan un 14% de votos para la AfD, y ese porcentaje levanta preocupación. “¿Da igual el 10 – 14%? No da igual. Sería visto en el mundo entero como una reintroducción de la ultraderecha y de los nazis a Alemania –escribió Müller en su muro de Facebook–. Berlín no es una ciudad cualquiera. Berlín es la ciudad que, de ser la capital de Hitler y de la Alemania nazi, ha evolucionado hasta ser un faro de la libertad, la tolerancia, la diversidad y la cohesión social”.

En efecto, a Berlín, convertida en una atractiva metrópolis internacional y en un imán para jóvenes creativos, se mudan al año para vivir unas 40.000 personas, sin contar refugiados. La crisis de los re – fugiados se ha presentado también en la capital, y la AfD la ha vistocomo combustible. En el 2015, Berlín inscribió a 79.000 solicitantes de asilo, de los que unos 54.000siguen en la ciudad. Las autoridades calculan cerrar este año con otros 24.000 refugiados inscritos.

En noviembre del 2014, la capital festejó con orgullo el vigesimoquinto aniversario de la caída del Muro, cuando dejó de ser una ciudad dividida por la Guerra Fría e inició su despegue hacia el brillo actual. Se trata, por supuesto, de un brillo con claroscuros, pues sigue teniendo una tasa de paro (9,7%) por encima de la media alemana (6,1%). Y falta vivienda: el 85% de los berlineses vive de alquiler, tener piso en propiedad y residir en él es todavía muy poco habitual, aunque cada vez se ven más promociones inmobiliarias llamando a comprar para vivir o para invertir. La gentrificación (es decir, la transformación de los barrios debido a la llegada progresiva de nuevos moradores con más recursos económicos) está arribando a zonas de la ciudad, sobre todo del antiguo Berlín Este, donde existían alquileres asequibles, y donde conserva fuerza el movimiento okupa. El pasado julio hubo graves disturbios con okupas y ultraizquierda en los intentos de desalojo de un edificio ocupado en Friedrichshain.

Los socialdemócratas han liderado todos los gobiernos regionales de Berlín desde el 2001, cuando fue elegido alcalde el carismático Klaus Wowereit, autor de la célebre frase Berlin ist arm, aber sexy (Berlín es pobre, pero sexy), y que se vio obligado a dimitir a fina – les del 2014 por escándalos de retrasos y prebendas en torno a la que debía ser la magna obra de su mandato, el aeropuerto internacional de Berlín – Brandemburgo, que sigue en penoso proceso de construcción. Wowereit gobernó en sucesivas coaliciones con los Verdes (Die Grüne), con Die Linke (izquierdistas), y al final con la CDU, pacto este al que quedó vinculado Müller cuando le sustituyó tras la dimisión.

El candidato de la CDU a la alcaldía, el actual responsable de Interior, sostiene tesis más duras que Merkel en materia de refugiados, y ha tenido sus disensiones con Müller en estos meses difíciles. En función de la aritmética parlamentaria resultante hoy, el SPD podría optar por un Gobierno tripartito con los Verdes y Die Linke, y la CDU pasar a la oposición. Otro posible damnificado por la llegada de la AfD sería el Partido Pirata, que tiene ahora 15 diputados en el parlamento del land, y que podría quedarse fuera si no alcanza el 5% de votos que exige la ley. En cambio, los liberales del FDP, que perdieron representación la última vez, podrían recuperarla.

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