A tres días de que se celebre en Nueva York la cumbre de las Naciones Unidas sobre refugiados y migraciones, las imágenes vía satélite difundidas ayer por Amnistía Internacional (AI) de decenas de miles de sirios atrapados en el desierto jordano, en tierra de nadie, sin recibir ayuda desde hace un mes y medio, reafirman que se está haciendo muy poco para salvar la vida de las personas que huyen de las guerras. Oxfam
Intermón se sumó ayer a las críticas al Gobierno en funciones de Mariano Rajoy por su papel en la crisis de los desplazados recordando que hasta el momento España sólo ha reubicado a 201 del total de 15.888 sirios, iraquíes y eritreos a los que se comprometió en el seno de la UE, poco más del 1%.

A raíz de las llegadas masivas a Italia y Grecia de familias enteras que huían de la violencia en estos tres países, la Comisión Europea pidió en el 2015 a los estados miembros que en un plazo de dos años reubicaran a 160.000 personas. Oxfam apunta que globalmente sólo se ha reubicado a 4.455, algo más del 2%.

Francesc Mateu, director de Oxfam Intermón en Catalunya, subraya que también se ha fracasado en el reasentamiento de los grupos más vulnerables y en situación de riesgo, como los menores no acompañados, ancianos, discapacitados o enfermos, cerca de un millón de personas, a través del mecanismo de reasentamiento promovido por la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur). Oxfam ha calculado que, en función de su renta, a España le tocaría acoger a 15.675 refugiados, pero sólo se ha comprometido a 1.499. Y de estos hasta el momento solamente ha recibido a 279, el 18%. En total, han llegado a España 480 desplazados.

La paradoja, según denuncia también el Banco Mundial en otro informe hecho público ayer, es que son los propios países en desarrollo los que alojan al 89% de los refugiados. Unos quince países acogen a la mayoría de los integrantes de este colectivo: sólo ­Líbano, Turquía y Jordania han recibido al 27% del total; Pakistán e Irán, al 16%, y Etiopía y Kenia,al 7%.

Las situaciones al límite se viven en el Mediterráneo y en una decena de países que arrastran desde hace años conflictos. En el caso de Jordania denunciado por AI, unas 75.000 personas viven una situación dramática desde que a finales de junio las autoridades de Ammán cerraron los pasos fronterizos de Rukban y Hadalat después de un ataque en el que murieron siete guardias. La última entrega de ayuda alimentaria se produjo a principios de agosto, ya que Jordania ha prohibido a las organizaciones humanitarias acceder a la zona.

Oxfam Intermón hace un llamamiento a los líderes de las naciones ricas para que la semana que viene, en la cita de Nueva York, se comprometan a dar una respuesta a los más de 65 millones de personas que han tenido que dejar sus casas por los combates. “La cumbre es una buena ocasión para que España cambie su política de migración, la parálisis institucional ya no es excusa para no hacer nada ni para incumplir los compromisos de reasentamiento”, remarca Mateu. Una de las demandas es que se promuevan vías seguras y legales.

En la Comissió Catalana d’Ajut al Refugiat (CEAR), Anna Figueras, su coordinadora jurídica, lamenta que España sólo concediera el asilo a 220 personas en el 2015 , un año en el que se contabilizó la cifra récord de 14.881 peticiones.