"La gente no tiene corazón"
Una madre de 39 años, sus tres hijos menores y una amiga de la familia han sido desahuciados de su piso de Sants-Montjuïc El ayuntamiento ha querido pagar la deuda, pero el propietario de la vivienda se ha negado
El Periodico, , 15-09-2016Dos maletas negras y dos bolsas de flores rosas transportaron todos los enseres que el miércoles por la mañana pudieron sacar de su domicilio Hiba K., sus hijos Nizar, de 8 años, los gemelos Nora y Rayan, de 4 años, y Lucinda, una amiga de la familia. Todos ellos residían en el número 18 de la calle de Arizala y este miércoles por la mañana han sido desahuciados de la vivienda de alquiler por impago. Fue el tercer y definitivo intento.
Los niños “por suerte”, afirma Hiba, estaban en el colegio cuando los ejecutores del desalojo han acudido a la vivienda del distrito de Sants-Montjuïc. “Ha sido desagradable. Nos hemos sentido muy mal. La gente no tiene corazón”, añade la madre. A los pequeños les han intentado almibarar la pérdida de su casa. Hiba incluso le ha prometido a su hijo mayor unas sábanas de Spiderman para mitigar el abandono de la casa. Pero el niño está preocupado: “¿Sabes dónde están mis cosas? ¿Me las encontraré donde vaya o me las traerán?”, pregunta cuando se aleja su madre. La mujer, de 39 años y en paro, se separó por malos tratos. Vive en Barcelona desde hace 11 años. “Creía que en Europa iba a vivir mejor que en Marruecos, mi país, pero la alegría solo me duró dos meses, pronto llegó la crisis”, dice. Sus esporádicos trabajos como limpiadora han sido todos sin contrato.
EDIFICIO CASI VACÍO
El Ayuntamiento de Barcelona ha intentado mediar en el conflicto para evitar el desalojo. “Han ofrecido al dueño pagarle la deuda y otros dos meses más, hasta que nos dieran otro piso”, apunta Hiba. El propietario, que les cobra 500 euros mensuales, se ha negado en redondo. El caso de esta familia debía estudiarse a final de mes en la Mesa de Emergencia, un órgano municipal donde se adjudican los pisos sociales para los casos más desesperados.
Carlos Macías, portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), asegura que “los vecinos del edificio les han informado que de los 36 pisos del inmueble solo hay 10 ocupados". Para impedir el desalojo, una docena de voluntarios de la entidad se han apostado a las 10 de la mañana en la puerta del edificio para bloquear la entrada a los Mossos. “Normalmente los antidisturbios cuando nos ven que impedimos el paso, desisten, pero ahora no ha sido así”. Macías muestra los moratones que le han dejado en el antebrazo.
Desde las 10 de la mañana y hasta las 19 horas, la familia no ha tenido en su mano la solución al desalojo. La negociación se llevó a cabo en los servicios sociales del distrito mientras los pequeños correteaban por las instalaciones. De allí, la familia salió con un documento bajo el brazo por el cual el ayuntamiento se compromete a darles un piso antes de 15 días. Mientras llega la solución, primero les han ofrecido alojarse en una pensión, pero finalmente han ido a casa de Vero, una amiga.
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