La consellera de Treball, Afers Socials i Família, Dolors Bassa, ha advertido que es necesario “descentralizar ya la gestión de acogida de refugiados o el sistema entrará en colapso”. Durante la visita que ha realizado a la Plataforma Humanitaria de la Cruz Roja en la Pobla de Claramunt (Barcelona), la consellera ha recordado que Catalunya cuenta con cerca de 1.200 plazas para acoger refugiados de las que sólo 400 están ocupadas.

Bassa ha destacado “el carácter solidario, acogedor e integrador de la sociedad catalana” y ha agradecido el papel clave que desempeña Cruz Roja en Catalunya, así como la labor internacional que lleva a cabo la entidad para ayudar allí donde hace más falta. ”Su trabajo está al lado de los que sufren, ya sea en casa, en Siria y en tantos otros rincones del mundo, en conflictos olvidados”, ha remarcado la consellera.

Acompañada por el director de la Cruz Roja en Catalunya, Antoni Aguilera, y el secretario de Igualdad, Migraciones y Ciudadanía, Oriol Amorós, Bassa ha recordado que Cruz Roja es una de las tres entidades, junto con CEAR – CCAR y Accem, que gestiona la acogida de refugiados en Catalunya.

”Tenemos que agradecer el buen trabajo y la predisposición de las entidades y también de los agentes sociales, de la ciudadanía, de los ayuntamientos y del mundo local con quien compartimos el compromiso de acogida de las personas refugiadas, desde la buena voluntad y el convencimiento en unos valores compartidos”, ha dicho.

La consellera ha lamentado que sea Europa, y sobre todo los estados europeos, los que “ponen en cuestión los principios fundamentales de la Unión cuando dudan ante la seguridad de las personas y los derechos humanos”.

”En Catalunya ahora mismo tenemos disponibles cerca de 1.200 plazas de las cuales sólo 400 están ocupadas, por el bloqueo del Estado. Con todo, el esfuerzo de la Generalitat y los ayuntamientos ha hecho que hoy acojamos 14 veces más que hace 9 meses”, ha afirmado Bassa.

Según la consellera, “la inoperancia y la falta de comunicación y transparencia del Estado español, que entre mayo y julio sólo nos notificó la llegada de una cincuentena de personas, es intolerable. Estas cifras no tienen nada que ver con los compromisos de reasentamiento y reubicación que habíamos previsto en Catalunya”. ”Nuestras previsiones de acogida son de 4.500 personas entre 2016 y 2017”, ha remachado.

Bassa ha reclamado “la descentralización de este modelo de acogida que se está demostrando lento y claramente ineficaz”. ”Se trata de un modelo que no tiene en cuenta la realidad de las administraciones que gestionamos ámbitos que son fundamentales para la vida de las personas y que hacen posible la integración: la inserción laboral, la sanidad, la formación, los servicios sociales, el aprendizaje de las lenguas oficiales, etc.”, ha añadido.

Por ello, ha insistido en la necesidad de “la descentralización inmediata de la acogida de refugiados en favor de las administraciones competentes: Generalitat y ayuntamientos, que trabajamos codo a codo con las entidades. Hay que hacerlo si no queremos que el actual sistema, estatal y centralizado, entre en colapso cuando aún no han cumplido ni el 10 % de los compromisos de reubicación y reasentamiento de refugiados”. ”No estamos ante una crisis de refugiados, estamos ante una crisis del derecho de asilo”, ha concluido Bassa.