Berlín – La canciller alemana, Angela Merkel, defendió ayer de nuevo su gestión de la crisis de los refugiados ante las constantes y crecientes críticas y pidió unidad a las fuerzas parlamentarias para combatir el avance ultraderechista de Alternativa para Alemania (AfD) y recuperar la confianza de los ciudadanos.

Los refugiados y los sucesivos éxitos electorales del partido derechista centraron el debate general celebrado en el Bundestag (Cámara Baja) con motivo de los presupuestos de 2017, donde Merkel advirtió de que AfD supone un “desafío” para todos los partidos tradicionales, a los que instó a “medir” el lenguaje, evitar una escalada en los discursos y no entrar en el juego de los ultraderechistas.

Buscar “pequeñas ventajas” partidistas sólo favorecerá a quienes ganan votos con “eslóganes y respuestas aparentemente fáciles” a los problemas del país, alertó Merkel con un mensaje dirigido, más que a la oposición, a las fuerzas de la gran coalición y a sus socios conservadores de Baviera, que reclaman desde hace meses poner un límite a la entrada de refugiados.

“Si nos aferramos a la verdad, ganamos. Y recuperamos lo que es más importante, lo que necesitamos, la confianza de la gente”, manifestó la canciller, quien aconsejó no “insultar” a los votantes de AfD.

En las elecciones regionales celebradas el pasado domingo en el estado de Mecklemburgo – Antepomerania AfD superó a la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel y se situó como segunda fuerza política en ese Land, pero la canciller recordó que todos los partidos pierden apoyos y que, además, esa fuerza ha conseguido movilizar a los abstencionistas. – Efe