San Sebastián se ha vuelto a sumar a los actos en favor de los refugiados y esta vez lo ha hecho de manera especial. Coincidiendo con el primer aniversario de la muerte de Aylan, un centenar de personas se han reunido en los relojes del paseo de La Concha para conmemorar a las personas que perdieron la vida intentando cruzar el Mediterráneo.

Los organizadores han leído una misiva de un refugiado sirio de 29 años que viajó con su esposa y sus dos hijas huyendo de la guerra de su país. En la carta narra el periplo que supuso para ellos salir de un día para otro y con sólo “una mochila, un cargador de móvil y los peluches preferidos de sus hijas".

Al finalizar la lectura, los asistentes han bajado a la playa formando una cadena humana y han lanzado catorce globos blancos porque “nos une el mismo mar". A posteriori, se ha guardado un minuto de silencio mirando hacia el mar y, para finalizar, los asistentes, haciendo un guiño a las fronteras cerradas, se han soltado las manos de manera simultánea.

Esta noche, la isla Santa Clara se iluminará en recuerdo de las miles de personas que cruzan el mar Mediterráneo.