El primer ministro italiano, Matteo Renzi, y la canciller alemana, Angela Merkel, conversaron hoy en Italia sobre economía, inmigración y ayudas económicas que Italia precisa para reconstruir el centro del país azotado por el seísmo del 24 de agosto.

La canciller alemana trasladó su solidaridad al país italiano por las consecuencias sufridas tras el terremoto y afirmó que su Gobierno financiará la construcción de una escuela en Italia para garantizar que los niños que se han quedado sin casa puedan retomar las clases lo antes posible.

Además, anunció que también los emprendedores alemanes y los equipos de fútbol del país contribuirán económicamente a la reconstrucción de Italia, aunque no detalló de qué forma lo harán.

Renzi y Merkel celebraron hoy un vértice bilateral en la localidad italiana de Maranello, la sede del fabricante de coches Ferrari, donde hablaron de los daños causados en varias localidades del país tras el seísmo que el pasado 24 de agosto provocó la muerte de 294 personas.

Pero no solo el reciente terremoto de magnitud 6 en la escala de Richter centró sus conversaciones, sino que ambos líderes europeos también dialogaron sobre el futuro de la Unión Europea (UE), sobre cómo incentivar las inversiones y el crecimiento económico en la Unión y sobre inmigración.

En relación a la crisis migratoria, Renzi alabó la labor de acogida de refugiados que ha mostrado Alemania en los últimos meses y sostuvo que Italia seguirá “haciendo todo lo que esté” en su “mano para seguir salvando vidas”.

No obstante, matizó, “Italia sola no puede acoger a todas las personas que llegan a Europa” y por ello, hizo un llamamiento a la colaboración conjunta de todos los países miembros.

En la misma línea se mostró Merkel, quien elogió la “colaboración intensa” que existe entre Italia y Alemania en esta materia.

La canciller alemana destacó que Europa debe tener en cuenta los “aspectos humanitarios” del desafío de la inmigración, es decir, debe ayudar a los refugiados que huyen de sus países en busca de un futuro mejor, pero siempre consciente de que “aquellos que no tienen derecho a asilo, tienen que volver a sus países”.

Merkel alabó el acuerdo firmado con Turquía que permite “bloquear la inmigración ilegal” y apostó por “combatir la ilegalidad y el tráfico y contrabando de personas”, y también por “colaborar en los países de origen” de las personas que huyen en busca de oportunidades en Europa.

El futuro económico de la Unión también estuvo en el centro de la mesa y ambos mandatarios se mostraron favorables a incentivar las inversiones para fomentar el crecimiento.

“Europa tiene un futuro, pero para construirlo tenemos que ser capaces de invertir y de innovar”, señaló Renzi.

Preguntada por la posibilidad de que Bruselas conceda mayor margen de flexibilidad a Italia ahora que debe hacer frente a la reconstrucción de pueblos que han quedado completamente derruidos, la canciller Merkel se limitó a remarcar que “Alemania no es la negociadora, sino la Comisión Europea”.

“Italia presentará un proyecto y creo que en Europa encontraremos una solución. (…) Encontraremos una solución racional y sensata”, dijo.