Tres millones de niños sirios son Omram

Un tercio de los menores sirios solo conoce la guerra civil, que empezó hace un lustro

El País, B. D. C. , 18-08-2016

Unicef estima que 8,4 millones de niños están afectados por el conflicto: la muerte, el estruendo de las bombas, el hambre y otras violaciones de derechos humanos. “Sus vidas están marcadas por la violencia, el miedo y el desplazamiento”, apunta Peter Salama, el director regional para Oriente Próximo y el Norte de África de Unicef. Además, dos millones de menores no reciben ningún tipo de educación en el país, según Save The Children, y unos 700.000 en los países vecinos.

En Siria, de los 13 millones y medio de personas que se encuentran en situación desesperada, según Unicef, la mitad son menores de 18 años. Unos 6,5 millones de niños han tenido que abandonar su hogar convirtiéndose en desplazados forzados y dos millones aún se encuentran en localidades difíciles de alcanzar para las organizaciones de ayuda humanitaria que todavía permanecen operando en el campo de batalla.

Muchos niños se quedan en Siria y otros marchan —solos o con sus familias— hacia Europa y los países vecinos en búsqueda de una vida más segura. El pasado junio había dos millones y medio de niños sirios con la condición de refugiado, según las últimas cifras del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur, por su acrónimo en español). En la UE hay un total de 214.355, la mayoría de los cuales se encuentran en Alemania (82.520), seguido de Hungría (45.625) y Suecia (27.975), según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Aunque la mayoría de los niños que llega al territorio comunitario procede de Siria (un 25%), también arriban de Afganistán e Irak.

Una de cada cinco personas que llegaron a la UE desde Siria el año pasado era un menor, explica la OIM. Se trata de los más débiles y vulnerables considerando la peligrosa ruta por el mar Egeo que deben hacer para alcanzar las costas helenas. Los niños, continúa la OIM, se ven amenazados por los abusos, el tráfico, las enfermedades y la explotación laboral y sexual. Buena parte de los ahogados en el mediterráneo eran menores. Como el pequeño Aylán, también convertido en símbolo de toda una guerra y el consiguiente drama de los más de tres millones de refugiados que aguardan en Turquía el fin del conflicto.

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